Nuevo paso adelante del Ibex, que conquistaba ayer los 9.500 puntos apoyado en la tranquilidad de las bolsas asiáticas tras el derrumbe del lunes y la fuerte subida de Wall Street desde la apertura. Los inversores dejaron en un segundo plano los miedos al impacto económico de la epidemia del coronavirus, a pesar de las estimaciones negativas realizadas por el Gobierno chino, instituciones económicas y firmas de inversión sobre sus efectos en el crecimiento.

La esperanza de los inversores se fundamentaba en la escasa repercusión de la enfermedad más allá de China, según constataba la OMS y pese a los fallecimientos de Filipinas y Hong Kong. Por otro lado, las autoridades chinas han logrado detener, al menos por ahora, el pánico en los mercados bursátiles inyectando liquidez para fortalecer el sistema bancario. Además, tienen en estudio la bajada de los tipos para ayudar a las empresas a mitigar los efectos del coronavirus en sus cuentas.

El Ibex, en su mayor subida desde octubre, saltó un 1,68%, hasta los 9.562,90 puntos. Las bolsas europeas también se vacunaron contra el temor al virus: París sumó un 1,76%; Fráncfort, un 1,81%; y Londres, un 1,55%. En Nueva York, los tres grandes índices se movían desde el inicio en zona de ganancias, impulsados por la calma en las bolsas asiáticas y la agitación en torno a Tesla, que subía más de un 15% una hora después del cierre en Europa. El Nasdaq Composite marcaba para entonces un nuevo máximo histórico con 9.464 puntos.

En el Ibex, los mejores fueron ArcelorMittal (+5,13%), Siemens Gamesa (+3,95%) e IAG (+3,79%). Banco Santander (+3,61%), BBVA (+2,58%) e Inditex (+2,32%) destacaron entre los grandes. Solo Cellnex, Endesa y Red Eléctrica acabaron en rojo.