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KABUL

EEUU confirma la semana de «tregua» con los talibanes

Estados Unidos confirmó ayer la semana de «tregua parcial» pactada con los talibanes afganos, como periodo de prueba para formalizar el acuerdo entre ambos bandos que, según el presidente de EEUU, Donald Trump, «está muy cerca». Los talibanes abrirán además un diálogo con el Gobierno afgano. El plazo de siete días de «reducción de la violencia», suficiente para Washington, puede abrir la puerta a la retirada de tropas estadounidenses.

EEUU confirmó la semana de «reducción de la violencia» que ha obtenido de los talibanes en Afganistán, con la que Washington pone a prueba el camino para un acuerdo con los insurgentes. El anuncio de esta «tregua parcial» fue realizado el jueves por el jefe del Pentágono, Mark Esper, y ayer lo confirmó un alto funcionario, que explicó que el pacto se extiende a todo el territorio afgano. Los insurgentes se han comprometido a detener los ataques suicidas, el lanzamiento de cohetes y las ofensivas contra convoyes militares en carreteras.

Esper señaló que, «por el momento, es suficiente» el plazo de siete días de «reducción de la violencia», cuyo inicio no se ha comunicado, si bien será sometido a un «proceso de evaluación continua». El pasado miércoles un portavoz talibán indicó que la «reducción de la violencia» comenzaría ayer mismo.

El jefe del Pentágono no tuvo empacho alguno en asegurar que «siempre hemos sostenido que la mejor, cuando no la única, solución en Afganistán es un acuerdo político. Hemos realizado progresos y espero que tengamos pronto informaciones en este sentido», añadió.

El plazo pone a prueba la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los talibanes, del que según el presidente de EEUU, Donald Trump, «estamos muy cerca». El mandatario avanzó que «lo sabremos de aquí a dos semanas».

En otro paso en este proceso, los talibanes y el Gobierno afgano, hasta ahora ausente de la negociación, se reunirán en Oslo el próximo 10 de marzo.

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ya había adelantado «un avance bastante importante» en las conversaciones con los talibanes que comenzaron en 2018 en Doha, con la mediación de Qatar, para poner fin a la que se ha convertido en la guerra más larga que ha librado en su historia EEUU.

En setiembre de 2019, a punto de cerrar un acuerdo, Trump anunció la ruptura del proceso tras un atentado que acabó con la vida de un militar estadounidense. Las conversaciones se reanudaron en diciembre, tras un intercambio de prisioneros acordado por el Gobierno de Kabul con los rigoristas afganos.

Ahora, Trump ya ha dado su visto bueno al pacto, que puede concretarse si se cumple con este periodo de desescalada. Incluirá un calendario de retirada de tropas estadounidenses e internacionales, que comenzaría con el repliegue de 4.000 marines, lo que dejaría en 9.000 el contingente de tropas de EEUU.

A cambio, los talibanes ofrecerían una reducción de la violencia, garantías de que el país no volverá a convertirse en refugio para grupos yihadistas, y el inicio de un diálogo entre todas las fuerzas políticas afganas.

Pompeo trata de recomponer relaciones en África

Cuando EEUU prepara una reducción de tropas en África, endurece las condiciones de visado a los africanos y Donald Trump desprecia a los países del continente (los llamó «países de mierda» en 2018), el secretario de Estado, Mike Pompeo, emprende una misión para recomponer relaciones en su primera visita al África subsahariana, que comienza hoy en Senegal y seguirá en Angola y Etiopía. La creciente influencia de China en el continente y sus inversiones en infraestructuras es uno de los principales temas que Pompeo quiere tratar, alertando de que pueden convertirse en deudas gigantescas que benefician a China. Pekín ha aumentando sus inversiones en Angola, que acumula casi 25.000 millones de deuda con China, cantidad que devolverá con petróleo. Frente a ello, Pompeo planteará la alternativa de las empresas estadounidenses. Pero su visita contradice el momento de reducción de apoyo a la región, lo que para algunos analistas es un mero gesto sin una estrategia global.GARA