El Ibex logró sostenerse sobre los 10.000 puntos en un entorno negativo marcado por la reactivación del miedo al coronavirus. Apple daba un aldabonazo el lunes al asegurar que no cumplirá sus previsiones en su segundo trimestre fiscal por el parón de la producción de las empresas chinas provocado por el coronavirus y la caída en las ventas de iPhone. Este mensaje fue suficiente para lastrar el comportamiento de todos los mercados de renta variable, que temen una cascada de avisos de otras grandes empresas, sobre todo tecnológicas, en el mismo sentido y por razones similares. En esta línea, HSBC argumentaba ayer que su actividad se ha visto perturbada en China por la epidemia, lo que tendrá efectos negativos en su balance. El banco anunció también el despido de 35.000 empleados, después de presentar un beneficio de 5.538 millones de euros en 2019, un 53% menos.

El Ibex acabó con un descuento del 0,16%, hasta los 10.005,80 puntos. Al inicio de la sesión marcó un mínimo intradía con 8.409 puntos. Los recortes fueron mayores en Fráncfort (-0,75%), París (-0,48%) y Londres (-0,69%). El regreso a las negociaciones de Wall Street, tras la fiesta del lunes, también era bajista, presionado por el aviso de Apple. En el Ibex, los títulos de Acciona (+2,79) y Telefónica (+2,32%) encabezaron a los ganadores. En la lista de perdedores, se destacaron valores sensibles a las noticias sobre el coronavirus. Así, Acerinox bajó un 3%, ArcelorMittal, un 2,87%, y Cie Automotive, un 2,15%. Los bancos, a excepción de Sabadell (+1,60%) y Bankia (+0,15%), terminaron en rojo. Entre ellos, Caixabank (-2,88%) y Bankinter (-1,90%) registraron las mayores pérdidas, pero Santander (-1,44%) y BBVA (-1,15%) hicieron más daño al selectivo.