Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Resaca

La ola esta aquí», ha resumido Macron. Y no es una cualquiera, sino un tsunami que podía haberse previsto pero que por no generar alarma los gobiernos europeos prefirieron minimizar. Y optaron por ello porque eran conscientes de que las vergüenzas de los servicios públicos iban a quedar en el aire si reventaban las costuras del sistema. Y así estamos, en pelota picada ante una ola que pasará sobre nosotros, que se llevará por delante a muchos, pero que no desmontará esto que en algún momento de candidez llegamos a llamar estado de bienestar y que no es más que un mecanismo de supervivencia de un capitalismo necesitado de consumidores para perpetuarse. La ola está aquí y no tenemos más que una tabla en la que no dan ganas de subirse, porque en ella se nos dice que la tasa de mortalidad de los infectados en Corea del Sur es del 1% mientras que en este extremo de Europa ronda el 5%. A no ser que la cifra coreana sea correcta respecto a los infectados, porque allí han hecho test hasta a los perros, mientras que aquí, al detectarse menos positivos la tasa de mortalidad es cinco veces superior. En cualquier caso el presidente tiene razón. La ola está aquí. Pero la marejada de fondo que la impulsa tiene más que ver con un agente de bolsa como fue el propio Macron que con un agente viral. Esa resaca no es nada con lo que nos espera.