GARA
JERUSALÉN

Un altivo Netanyahu se dice inocente en el primer día del juicio

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó ayer de «ridículas» las acusaciones en su contra en el primer día del juicio por corrupción en Jerusalén. Durante la audiencia de una hora, los abogados del primer ministro pidieron varios meses para estudiar los elementos de prueba, mientras que la Fiscalía pidió que los testigos sean escuchados rápidamente. Los tres jueces indicaron que estudiarán estas solicitudes y aplazaron al 19 de julio la sesión, a la que solo asistirán los abogados.

Después de 17 meses de una crisis electoral en la que se jugó su «supervivencia política», Netanyahu acudió al tribunal en una nueva batalla, esta vez judicial, para evitar la prisión. Al llegar al tribunal de distrito de Jerusalén rodeado de varios ministros del Likud, su partido, Netanyahu negó las acusaciones de corrupción, abuso de confianza y malversación que pesan contra él, tachándolas de «ridículas».

«Me presento con la espalda erguida y la cabeza alta», declaró. «He pedido que todo sea retransmitido en directo para que el público pueda oírlo todo y no a través del filtro de los periodistas del fiscal general», añadió, acusando de parcialidad a una parte de la prensa israelí.

Netanyahu está acusado de haber recibido puros, champán y joyas por valor de 180.000 euro de personas adineradas a cambio de favores financieros o personales.

Los investigadores sospechan que concedió favores gubernamentales que podrían haber hecho ganar millones de dólares al jefe de la compañía de telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura mediática favorable en uno de los medios de comunicación del grupo, el sitio web Walla.