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Berlín

VW, obligada a pagar por el «dieselgate» en una sentencia que sienta precedente

El Tribunal Supremo alemán reconoce el derecho a indemnización de un comprador afectado por el «dieselgate» en una sentencia que sienta precedente y que puede tener impacto en las más de 60.000 denuncias individuales pendientes en el país.

Volkswagen «engañó de manera consciente y sistemática durante varios años» a las autoridades en «una perspectiva de rentabilidad» al equipar a sus vehículos con programas capaces de hacerlos parecer menos contaminantes de lo que en realidad eran, explica el juez del Tribunal Supremo Stephan Seiters en una sentencia en la que condena al fabricante de automóviles a reembolsar a un cliente parte del dinero abonado por un coche equipado con un motor diésel trucado.

El fallo del Tribunal Federal de Justicia de Alemania es el primer revés legal importante para el gigante europeo del automóvil en el escándalo que ha sumido a esta industria, un pilar en la economía del país, en una crisis de la que aún no se ha recuperado.

Sentencia ratificada

La sentencia se refiere específicamente al caso de Herbert Gilbert, de 65 años, que compró un Volkswagen Sharan diésel de segunda mano en 2014. Era uno de los once millones de vehículos que el fabricante reconoció en setiembre de 2015 haber equipado con un software que falseaba las emisiones contaminantes.

Un tribunal de apelación falló a favor del jubilado, pero tanto el demandante como el demandado recurrieron la sentencia al considerar el primero que tenía que recibir el precio total de la compra y que no tenía que pagarle una compensación el segundo. Ahora, el Supremo ratifica el fallo al dictaminar que Gilbert tiene derecho a una indemnización que debe «tener en cuenta» la utilización del vehículo y, por ende, su pérdida de valor con el paso del tiempo.

La sentencia fue celebrada por despachos de abogados como el de Von Rueden, que en Alemania representa a 12.000 clientes. «El ‘dieselgate’ no ha hecho más que empezar», indicó.

«Punto final»

Volkswagen, por su parte, definió el fallo como «punto final» y anunció que busca llegar a un acuerdo extrajudicial con los demandantes. «Esperar a una sentencia trae notables desventajas a ambas partes. Una sentencia significa que el demandante final debe devolver su vehículo a Volkswagen. Sin embargo, muchos quieren mantenerlo porque funciona bien y no quieren comprar un nuevo», aseguró el fabricante.

El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, evitó comentar el fallo. Reiteró que «es un hecho que el sector automovilístico es de gran relevancia para la economía alemana» y que el escándalo de la manipulación de gases «afectó gravemente su credibilidad».