GARA
BILBO
DERRUMBE DEL VERTEDERO DE ZALDIBAR

Lakua permite a Verter ampliar el deposito de los restos del derrumbe

Aunque el lehendakari Urkullu lo calificó el viernes como un «problema privado de una empresa privada», su Consejo de Gobierno tuvo que autorizar ayer la ampliación del depósito 1 del vertedero de Zaldibar, dentro de las actuaciones de estabilización y búsqueda de los dos trabajadores que permanecen sepultados desde hace casi cinco meses.

Apenas cuatro días después de que Iñigo Urkullu, candidato del PNV a la reelección, situara la cuestión de Zaldibar como un «problema privado de una empresa privada» en el que el Gobierno de Lakua «actúa solo de manera subsidiaria», la Administración ha vuelto a dar luz verde a la empresa Verter.

En este caso, le autoriza a poder ampliar el depósito al que van a parar los residuos que antes se amontonaron en vertical sin control alguno, hasta provocar la catástrofe y la muerte de dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze.

Así afloraron las irregularidades que se habían detectado desde los inicios del vertedero, pero que fueron creciendo bajo la supervisión inerte de la Consejería de Medio Ambiente, dirigida por Iñaki Arriola (PSE). Se tomó nota pero no se hizo nada efectivo para evitar semejante desastre ecológico con consecuencias humanas fatales.

Permiso a Verter

La decisión de ampliar el depósito, adoptada en la reunión semanal del Ejecutivo, supone la aprobación de una solicitud planteada por Verter Recycling 2002 SL, propietaria del vertedero, como alternativa a la construcción del Depósito de Seguridad 2, que se descarta.

La ampliación se llevará a cabo ante la situación del Depósito de Seguridad 1, próxima a agotarse. Consistirá en la construcción de una celda contigua sobre dos pequeñas vaguadas existentes en la ladera del monte Motia, que ocupan una superficie de 68.555 metros cuadrados.

Según el Departamento de Medio Ambiente, los estudios técnicos de geotecnia e hidrología consideran idóneo el emplazamiento para acometer esta obra, que permitiría recibir un volumen total de 804.000 metros cúbicos. Se ha tenido en cuenta «la idoneidad» del emplazamiento y su «reducido» impacto ambiental. También se ha valorado que gran parte de los terrenos afectados sean del vertedero y estén accesibles desde dentro de la instalación, sin tener que atravesar áreas pobladas. De hecho, recuerda que en la vaguada este ya existe un acopio temporal de 182.000 metros cúbicos de tierras procedente de la excavación del vaso del vertedero y que estaba reservado para su futuro sellado.

Riesgo de paralización

El plazo previsto para su construcción es de 20 meses desde el inicio de las obras hasta su clausura, pero su ejecución se ha previsto por fases.

Así, en poco más de un mes desde su inicio podría comenzar a utilizarse la fase 1, con una capacidad calculada de relleno de residuos de unos 215.000 metros cúbicos, lo que asegura la continuidad de los trabajos de emergencia que se llevan a cabo para la búsqueda de los dos trabajadores sepultados y la estabilización de los vertidos.

El proyecto contempla la construcción en la parte inferior de las dos vaguadas de un dique de contención de 120 metros de longitud, 20 de altura y 8 metros de anchura en su coronación, con un núcleo de pedraplén de cantera, y en el que se emplearán 53.500 metros cúbicos de materiales.

El coste estimado del proyecto de la ampliación es de 13,4 millones de euros, destinados en su mayor parte a la excavación y movimiento de tierras, así como a la impermeabilización del vaso.

La disposición del Depósito de Seguridad 1, de 140.000 metros cúbicos, y de la ampliación aprobada ahora, permitirá el almacenamiento de alrededor de 950.000 metros cúbicos, una cantidad muy próxima al volumen de residuos que se deslizaron el 6 de febrero.

Subsidiaridad y responsables

El Departamento de Medio Ambiente de Lakua acordó en el mes de marzo ejecutar directamente y de forma subsidiaria los depósitos de seguridad ante la «situación de urgencia inaplazable producida por el deslizamiento del vertedero de Zaldibar» y después de que la empresa propietaria manifestara su incapacidad para acometer las medidas provisionales de prevención y corrección ordenadas tras el siniestro.

No obstante, Medio Ambiente recuerda también que la normativa establece que los operadores de estas actividades económicas «están obligados a adoptar y a ejecutar las medidas de prevención y de reparación de daños medioambientales y a sufragar sus costes, cualquiera que sea su cuantía, cuando resulten responsables de los mismos».

Por esta razón, también en marzo acordó iniciar el expediente de exigencia de responsabilidad medioambiental contra Verter Recycling por los daños ocasionados. Otra cosa es que en la parte política alguien tenga que rendir cuentas, vistas la falta de control, las negligencias y las consecuencias.