Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Acento

Pues sí, al final, una vez más, Emmanuel Macron ha decidido hacer caso a los sondeos y prescindir de Edouard Philippe, el primer ministro que en las encuestas de satisfacción le sacaba un puñado largo de puntos al jefe, algo que en política supone un suicidio. Y como la bailarina salió más resultona que la vedette, llegó de despido.

En su lugar ha salido a la pista Jean Castex, un tipo muy de derechas –tanto que fue segundo de Sarkozy– y que a pesar de sus defectos ligados a su pensamiento neoliberal, está siendo atacado simplemente por su acento. Porque Catex es del Gers, o sea, gascón, o sea, primo hermano occitano y pariente lejano nuestro. Su francés es peculiar, de una peculiaridad proporcional a la carga del idioma foráneo que se impone al local, en este caso el gascón, la lengua que se habla en la tierra donde nació el nuevo primer ministro, que además parla catalán. Y en Francia, el país de la libertad y los derechos humanos, no está bien visto que se hablen ni patois ni francés con acento del sur. Y sucede que, a pesar de ser un tipo reprobable por su ideario político neoliberal, al final las críticas se ciñen a su deje. Esos monolingües glotófobos reirían menos si supieran que el acento del nuevo jefe de gobierno es, en realidad, muy del norte. Algunos se quedarán mudos. Al tiempo.