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Verter Recycling tilda de «imprevisible» el derrumbe del vertedero de Zaldibar

Verter Recycling, la empresa gestora del vertedero de Zaldibar, dijo ayer que iba a valorar los resultados del estudio topográfico sobre las grietas aparecidas en una reunión el día 7 de febrero con la ingeniería encargada de la supervisión técnica de las instalaciones, un día después de que se produjera derrumbe, que calificó de «imprevisible».

En un comunicado remitido a la prensa ayer, Verter sostiene que los técnicos que tuvieron acceso al informe topográfico identificaron «una situación anómala», pero no «indicios de que se pudiera producir el derrumbe inminente» del vertedero de Zaldibar, como sucedió el 6 de febrero dejando sepultados a Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, cuyos restos aún no se han localizado.

Desde Lakua, la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, señaló el pasado lunes que Verter Recycling no le había trasladado «ningún informe topográfico» que aconsejara la paralización de los trabajos ante el riesgo de colapso por la aparición de grietas. Moreno aseguró que Medio Ambiente habría «actuado» si hubiese tenido conocimiento de algo así y «no ocurrió porque la empresa, que es quien tenía que transmitir esa información a la administración, no lo notificó».

Verter Recycling argumenta ahora que actuó «de manera diligente» en los días previos al «fatal accidente» en el vertedero, que se produjo a las tres de la tarde del jueves 6 de febrero, mientras que, según dice, las grietas se habían identificado en la tarde del lunes 3.

En este sentido, afirma que procuró «tomar decisiones con criterios de seguridad a partir de la mejor información disponible» que iba recabando de los informes y recomendaciones de los técnicos «internos y externos» que supervisaban la situación del vertedero.

Defiende que «a la vista de esos informes y recomendaciones, el derrumbe era completamente imprevisible, pues ningún técnico advirtió de que existiera dicho riesgo».

Grietas

La empresa, que fue la que más residuos recibió en 2018 en toda la CAV, alega que la aparición de grietas «no es algo extraordinario» en un vertedero y no representa «necesariamente una relación directa que pueda causar un derrumbe de las dimensiones generadas, máxime en un vertedero donde la masa de vertido está en proceso de consolidación constante».

En cualquier caso, Verter Recycling se excusa en que, «tan pronto como se tuvo conocimiento de las grietas que aparecieron en el depósito», citó a la empresa de topografía y a Geyser, la ingeniería encargada de la supervisión técnica del vertedero, para «encargar el estudio, que se realizó el martes día 4, el miércoles 5 por la tarde se recibieron los resultados del mismo, y el jueves 6, Geyser, tras una primera lectura de los resultados, se pone en contacto con la empresa y se decide convocar una reunión el viernes 7 en el propio vertedero».

En ese encuentro se iba a «analizar el informe sobre el terreno», explica Verter, y añade que, «si hubiera existido una advertencia sobre el riesgo de derrumbe o éste se hubiera identificado como tal por los técnicos a partir del estudio realizado, tal reunión no se habría convocado en esa fecha y en ese lugar, como es obvio».