Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
NEGOCIACIONES ENTRE MADRID Y LAKUA

Lakua acepta el 2,6% de déficit, lejos del 3,5% que pedía

Azpiazu habló de la necesidad de acordar un límite de déficit del 3,5% del PIB para paliar la caída de la recaudación, consideró muy insuficiente el 2,3% alcanzado por Nafarroa y ha acabado pactando un 2,6%.

A última hora para posibilitar que el lehendakari acudiese a la Conferencia de presidentes autonómicos en La Rioja, los gobiernos de Madrid y Lakua cerraron ayer el acuerdo de que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu pueda llegar al 2,6% del PIB de déficit y a una deuda pública del 15,9% en este 2020.

Este pacto habrá de formalizarse en una reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico, que deberá celebrarse en la primera quincena de setiembre. Cabe recordar que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, pactaron en secreto el 20 de mayo que esa reunión iba a tener lugar a primeros de julio.

Según fuentes del Departamento de Hacienda, el déficit estimado que puede alcanzar la CAV este año son aproximadamente 1.700 millones de euros, si bien se asegura que es una cifra revisable en función de la coyuntura económica.

Hace unos días, el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, había defendido que el nivel de déficit debiera ser suficiente para paliar la caída de la recaudación que van a sufrir las diputaciones forales. Por ello, el Gobierno de Lakua apuntaba al 3,5%.

El jueves se conoció que el Ejecutivo navarro había acordado con el español un déficit del 2,3% del PIB. Al conocerlo, el consejero Azpiazu aseguró que esa cifra era absolutamente insuficiente en el caso de la CAV. «Con un 2,3% evidentemente no somos capaces de cubrir la caída de la recaudación y, por tanto, la necesidad de endeudamiento que permitiría mantener unos servicios públicos», declaró en Radio Euskadi.

Según un comunicado del Departamento de Hacienda, el acuerdo se alcanzó «tras semanas de constantes conversaciones» entre el consejero Azpiazu y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El pacto contiene la garantía de que las diputaciones forales «serán compensadas en la fórmula que se acuerde en la citada Comisión Mixta del Concierto, en caso de que su reducción de ingresos sea superior al remanente o superávit del que dispongan».

Azpiazu hizo referencia a esas «duras negociaciones» y destacó que el pacto alcanzado entre ambos gobiernos permitirá paliar la caída de recaudación y «mantener servicios públicos, no tener que hacer recortes y afrontar la situación de la crisis económica con los recursos necesarios».

«Falsa bilateralidad»

Para EH Bildu, no obstante, el límite del 2,6% está «muy lejos» del 3,5% que había planteado el propio Gobierno de Lakua y, salvo reforma fiscal, «significará más recortes». «No es asumible tener que pedir permiso a Madrid para poder tomar las medidas que necesita este país; es urgente pasar de la dependencia a la soberanía», apostilló la coalición soberanista en una nota.

Para evitar ese riesgo de recortes, EH Bildu remarcó que hace falta una nueva política fiscal para garantizar la suficiencia de los recursos; asimismo, subrayó que es preciso «acordar la política de endeudamiento y el destino de los fondos europeos, además de una moratoria de las grandes infraestructuras como el TAV». De esta manera, afirmó que esta negociación «refleja perfectamente la relación de dependencia con el Estado español, de falsa bilateralidad».

 

Urkullu llega por sorpresa a la Conferencia de Presidentes

El acuerdo sobre la senda del déficit y la capacidad de endeudamiento posibilitó que Urkullu apareciera por sorpresa en la Conferencia de Presidentes que se celebró ayer en San Millán de la Cogolla, en la Rioja.

Tras una semana en la que el lehendakari en funciones reiteró en más de una ocasión que no acudiría si no se ponía fecha a la reunión de la Comisión Mixta, Urkullu cedió finalmente y dio a Sánchez la imagen de unidad que anhelaba el presidente español. Así, Torra fue el único presidente que no acudió porque no quería «contribuir a limpiar la imagen» de la Casa Real, en referencia a Felipe VI, que presidió la ceremonia de apertura de la conferencia.

De San Millán de la Cogolla no salió ningún documento consensuado ni grandes acuerdos, y la reunión fue corta –unas cinco horas– y se cerró con impresiones muy distintas entre los participantes. Sánchez informó a los presidentes autonómicos que él liderará la Comisión Interministerial que decidirá los proyectos para el fondo europeo, aunque también les anunció la creación de una comisión sectorial que coordinará con las comunidades los proyectos que va a presentar el Estado español a la Comisión Europea.

Habrá por tanto corresponsabilidad entre Gobierno y comunidades, pero también de otras administraciones como las locales –sobre todo grandes ciudades– para preparar los planes que debe aprobar Bruselas.

El Gobierno español consideró un éxito la reunión, celebró el clima de diálogo y de entendimiento a pesar de las divergencias y subrayó la importancia de que este foro se haya convertido en la «piedra angular», en palabras de la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, de la colaboración institucional.

En esa misma línea, la lehendakari de Nafarroa, María Chivite, valoró «muy positivamente« la reunión y aseguró que el herrialde puede aportar «ideas» para captar los fondos de reconstrucción europeos, especialmente en proyectos de digitalización y de «pacto verde», ya que están «muy alineados con lo que pide Europa». Pero varios presidentes, sobre todo del PP, consideraron que faltó debate y que solo fue un encuentro informativo. GARA