Una llamada recibida a las 19.57 en el teléfono 112 de Sos Nafarroa, a la que siguieron numerosas en los instantes posteriores, alertaba el viernes de un incendio en un pinar de Gazolatz después de que cayeran varios rayos en la zona, y que se dirigía hacia el término de Arazuri.

El fuego avanzó inicialmente con gran rapidez empujado por las fuertes rachas de viento cambiante de una tormenta, cuyas escasas precipitaciones sirvieron para humedecer el ambiente y refrescar algo el combustible vegetal.

Las tareas de extinción se vieron dificultadas por la densidad del pinar y la abundante maleza y matorral del suelo, que obstaculizó la entrada de los equipos de extinción y propició llamas que alcanzaron las copas de los árboles y se elevaron a gran altura, de tal forma que eran visibles desde buena parte de Iruñerria, en la que era perceptible el olor del humo.

El fuego se dio por controlado a las 05.30 de ayer y en el lugar quedó un un retén para controlar posibles rebrotes del fuego y ante la previsión de una jornada en la que, de nuevo, se esperaban elevadas temperaturas con baja humedad, lo que hacía que el riesgo de incendios continuara siendo extremo.

Aunque testigos presenciales atribuyeron a un rayo el origen del fuego desatado la investigación de la Policía Foral determinará la causa.

Fueron movilizados en total cerca de 50 bomberos procedentes de los parques de Tafalla, Cordovilla y Trinitarios, que desplazaron siete vehículos; Zangoza, con dos vehículos autobomba; Azkoien, con otros dos camiones, y la brigada forestal de los bomberos de Lizarra, que desplazó un vehículo.

También intervinieron dos helicópteros con las brigadas helitransportadas que lanzaron agua hasta las 21.15 horas, y aunque estaba prevista la participación del avión de carga en tierra (ACT) con base en Noain, las condiciones meteorológicas lo imposibilitaron. También participó el guarderío de Medio Ambiente y Cruz Roja envió una ambulancia.