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Los trabajadores de Siemens Gamesa ratifican el preacuerdo en asamblea

El preacuerdo ratificado por la mayoría de la plantilla tras la irrevocable decisión de la dirección de cerrar la planta de Agoitz establece que las salidas serán efectivas entre el 25 de agosto y el 30 de setiembre. ELA y LAB mostraron su rechazo a este preacuerdo.

La asamblea de trabajadores de la planta que Siemens Gamesa tiene en Agoitz ratificó ayer el preacuerdo alcanzado este viernes entre el comité de empresa y la dirección, con medidas que «limitan el impacto» sobre la plantilla del cierre de la factoría.

De los 187 votos emitidos, 146 fueron a favor del pracuerdo, en el que se recoge que los trabajadores de hasta 54 años tendrán derecho a una indemnización de 45 días por año trabajado, y los empleados con 61 años o más cobrarán 45 días por año, con un tope de 24 mensualidades.

Además, los trabajadores de entre 55 a 60 años se podrán prejubilar con compensaciones a la prestación por desempleo: hasta el 70% del salario hasta los 63 años en el caso de los trabajadores de 55 años, y al 80% en el de los asalariados de entre 57 y 60 años.

También se ha acordado un plan de recolocación para 88 personas. Recoge la posibilidad de trabajar en alguna de las otras fábricas de la multinacional, que el pasado 30 de julio anunció, por boca del consejero delegado de Siemens Gamesa, Andreas Nauen, que el cierre de la planta de Agoitz es «irreversible».

Respuesta sindical

El acuerdo no es compartido por todos los sindicatos, que se han movilizado durante las últimas semanas para evitar el cierre de una empresa. Con una manifestación multitudinaria el pasado 11 de julio.

ELA defendió no firmar el expediente y judicializarlo porque cree que las causas no estaban justificadas «al tratarse de un claro caso de deslocalización». «Cabe recordar que Siemens ha obtenido en los últimos nueve meses del año fiscal un beneficio neto de 2.272 millones de euros», remarcó.

Y crítico «la actitud cruel e inhumana» de una empresa «con millones de beneficios que ha actuado sin importarle el futuro de 239 familias». Acusó la compañía de someter a «un auténtico chantaje a la plantilla condicionando las mejoras indemnizatorias a la firma del comité, cuando la empresa tenía la posibilidad de hacerlo unilateralmente».

Por su parte, el sindicato LAB denunció que «el final es el peor de todos». «La única acción por parte de Gamesa ha sido poner precio al despido», añadió, y advirtió de que «plantear el cierre de una empresa como esta en pleno periodo vacacional y con pocas semanas de negociación, no hace más que manifestar la mala fe de la compañía».

«No ha mostrado ni la más mínima voluntad de crear opciones de reindustrializar, ni por ellos ni por unos terceros; han centrado las negociaciones en un claro chantaje permanente para, ademas, hacerlo con la firma del comité», manifestó la central abertzale antes de insistir en que apuesta por «seguir buscando opciones y seguir analizando posibles actuaciones por el futuro de los y las trabajadores de Aoiz y de toda la comarca».

«En ese sentido, exigimos al Gobierno de Navarra que actúe con mayor responsabilidad. No son suficientes sus últimas declaraciones ni la exigencia de devolver 2 millones de euros, cuando a Gamesa se le ha regalado muchísimo más dinero. ¿Ahora qué? ¿Qué vais a hacer?», añadió en alusión a las declaraciones de la lehendakari, María Chivite, que el viernes anunció que va a solicitar la devolución de las ayudas públicas recibidas por Siemens Gamesa.

La firma insiste en que «la decisión de cerrar la planta de Aoiz se debe a sus mayores costes y su posición geográfica, que la hacen poco competitiva para los mercados mundiales». «No hay alternativa», destacó en un comunicado.