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EN BUSCA DE ENERGÍAS RENOVABLES CON SEGURIDAD DE SUMINISTRO

Investigadores de la UPV-EHU y el BC3 analizan las formas de garantizar el suministro eléctrico en un futuro sin centrales nucleares, donde las energías renovables cobrarán más fuerza. Los investigadores proponen una gestión flexible de las centrales hidráulicas.

La producción energética lleva años siendo un tema de debate y un gran reto de cara al futuro, ya sea por el impacto ambiental que causan los sistemas actuales o por la escasez de recursos naturales necesarios para producirla. Además, la creciente demanda mundial de energía no hace más que aumentar la discusión y las investigaciones para dar con alternativas.

Tal y como apuntan varias proyecciones, el consumo de electricidad irá creciendo un 1% al año en el Estado español, y según José Manuel Chamorro, investigador del Instituto de Economía Pública de la UPV-EHU, en los próximos 10 años la electricidad proveniente del carbón y la nuclear sufrirá un «recorte considerable», y ya en 2040 estas dos tecnologías «dejarán de operar».

Las energías renovables parecen una buena alternativa a las fuentes convencionales, pero no están exentas de posibles problemas, como por ejemplo, el abastecimiento. Ante esto, un grupo de investigadores del Instituto de Economía Pública de la UPV-EHU y el Centro Vasco contra el Cambio Climático (BC3) ha comenzado a estudiar las formas de garantizar el suministro eléctrico en un futuro sin centrales nucleares ni de carbón, en el Estado español.

Partiendo de valores conocidos de consumo y generación eléctrica, el grupo de investigadores ha desarrollado un modelo mediante el que han podido proyectar la evolución de estas dos variables en los años 2020, 2030, 2040 y 2050.

«La capacidad del total de centrales renovables que se pondrán en marcha será mayor que la ya instalada de generación no renovable, pero todo parece indicar que la seguridad de suministro se verá afectada», asegura el investigador José Manuel Chamorro en un artículo publicado en la revista científica ‘‘Energy’’.

La seguridad de suministro se refiere a la capacidad de asegurar la demanda de energía en todo momento. Es en este aspecto donde, según el estudio, la naturaleza propia de las fuentes renovables de electricidad introduce en el sistema «incertidumbre, intermitencia e incapacidad de gestión», lo cual eleva el riesgo de que una fracción de la demanda de electricidad se quede sin cubrir por las fuentes disponibles, lo que hace el suministro menos seguro.

Centrales hidráulicas

En el estudio se analizan las posibilidades que ofrece una fuente de energía renovable con una gestión «más flexible: la hidráulica». Según Chamorro, las centrales hidráulicas pueden ser moduladas por las personas responsables de su gestión, y pueden regular el flujo de agua hacia la turbina en todo momento, «algo que sin duda aliviaría en parte el riesgo de falta de suministro».

Asimismo, en las centrales hidráulicas con turbinas reversibles, además de aumentar la generación eléctrica en los momentos de mayor demanda, cuando esta es baja pueden utilizar la turbina para bombear agua hacia la parte superior de la presa (consumiendo energía), «y así acumular agua que poder utilizar para generar electricidad cuando aumente la demanda».

Pero no hay que olvidar que estas centrales también tiene un impacto en el medio ambiente, especialmente en las cuencas de los ríos, a tener en cuenta. «Las administraciones o los agentes que están por encima de quien opera las centrales son quienes tienen que marcar las reglas de juego, y estas reglas tienen que ser claras, en cuanto a caudales ecológicos, frecuencias de descarga y demás parámetros», afirma Chamorro.