A medida que se acerque el 35 aniversario de la muerte de Mikel Zabalza tras ser detenido en Intxaurrondo, entre noviembre y diciembre de este año, este asunto judicialmente impune va a ir cobrando actualidad. Además del documental en marcha, Geroa Bai ha adelantado que en el nuevo curso pedirá explicaciones al actual ministro de Interior (bien en comparecencia o por escrito) y ayer Radio Euskadi emitió un programa especial al respecto.

En el mismo, Lourdes Zabalza, una de las hermanas de Mikel, reconoció que no confían demasiado en lo que pueda aportar a estas alturas Fernando Grande-Marlaska, pero sí puede haber una vía abierta en la desclasificación de documentos oficiales. Una opción que se impulsa con la petición de reforma de la Ley de Secretos Oficiales franquista y que también tienen en sus expectativas víctimas del GAL o la familia de José Miguel Etxeberria Alvarez Naparra, desaparecido desde 1980.

Lo elocuente del caso de Mikel Zabalza es que a estas alturas nadie niega que murió a manos de los agentes de la Guardia Civil de Intxaurrondo, aunque luego se improvisara una versión oficial inverosímil. Lourdes Zabalza reiteró ayer que su hermano no sabía nadar, por lo que es increíble que se lanzara a aguas del Bidasoa con las manos atadas y tras desembarazarse de tres guardias civiles. Y el forense Paco Etxeberria añadió que «eso no me lo creo yo y no se lo cree nadie».

Entre otros elementos, Etxeberria trajo a colación que resultaba imposible deslizarse por el agujero que señaló la Guardia Civil y llegar hasta el río; que en el estómago de Zabalza y en su sangre no había las microalgas que sí se encontraron en su jersey y que sí hubieran aparecido en la autopsia si hubiera estado vivo al sumergirse, y que resulta imposible que fuera llevado allí (supuestamente a descubrir un zulo) únicamente por tres agentes y sin comunicación alguna con el cercano cuartel en el que había diez efectivos.

«Se les fue de las manos e hicieron un apaño después», resumió el prestigioso forense guipuzcoano, que aquel día de mediados de diciembre de 1985 pudo ver el cuerpo, pero no intervenir.

Paco Etxeberria entiende que, a pesar de haber pasado tantos años, todavía se podría llegar a alcanzar la verdad judicial del asunto mediante una visión crítica, que en todo este tiempo no ha existido, de los datos e indicios existentes.

El especial de la cadena pública de la CAV trajo a colación cómo el sumario fue pasando de mano en mano por una decena de jueces, sin que nadie se atreviera a poner el foco en los calabozos de Intxaurrondo.

«¿Quién va a ser pues?»

Entre otros detalles que aparecieron en el especial radiofónico, cabe destacar que Luis Roldán, que era director de la Guardia Civil tras haber ejercido como delegado del Gobierno español en Nafarroa, intentó ante la familia dar naturalidad a aquella inverosímil tesis de la fuga y ahogamiento.

En ello incidió Lourdes Zabalza. Narró que cuando Roldán le llamó para indicar que había aparecido un cadáver esposado en esas aguas y ella le preguntó si se trataba de su hermano, el responsable de la Guardia Civil replicó: «¿Quién va a ser pues?».

Supone una señal más de humillación a la familia, que fue invitada en Intxaurrondo a buscar a Mikel «en objetos perdidos» y que, posteriormente, ha sufrido amenazas además de la inacción judicial. Zabalza indicó que el sufrimiento de la familia ha sido tal que lo ocurrido con Mikel se ha convertido en una especie de tabú.

Llegados a este aniversario, Lourdes Zabalza indicó que obviamente la familia querría que se admitiera la verdad, pero sobre todo desea «que no vuelva a ocurrir, que nadie más pase por estas calamidades». Aquella de Roldán es la única comunicación que han tenido desde el Estado en estos 35 años.

Declaraciones

«‘¿Quién va a ser pues?’, me dijo Roldán cuando llamó para decir que había aparecido un cadáver»
LOURDES ZABALZA
Hermana de Mikel

«La versión oficial no es que no me la crea yo, es que no se la cree nadie»

PACO ETXEBERRIA
Forense