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Washington

Trump, jueza al Supremo y todo el poder sobre el Partido Republicano

Donald Trump, nominará este sábado a una jueza para un puesto vitalicio en el Tribunal Supremo, cuyo nombre aún se desconoce y cuya confirmación depende del Senado, donde los republicanos ya se han asegurado de una mayoría suficiente para nombrarla.

Ya lo había adelantado: planeaba hacer el anuncio y quería que una mujer sustituyera a la magistrada Ruth Bader Ginsburg, fallecida el pasado viernes a los 87 años. El anuncio ha generado polémica. La veterana jueza progresista Ginsburg dejó escrito antes de morir que su «deseo más ferviente» era «no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente», tras los comicios.

Romney traga el sapo

En 2016, cuando otra muerte dejó una vacante en el Supremo, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ignoró al sustituto elegido por el entonces presidente Obama y ni siquiera programó una votación al respecto, porque no tenía sentido aprobarlo en año electoral.

Sin embargo, esta vez sí se ha comprometido a someter a voto a la candidata de Trump. Necesitan una mayoría simple, por lo que los republicanos pueden permitirse perder hasta tres de los 53 senadores.

Mitt Rommey, senador republicano y excandidato presidencial, anunció que quiere que la candidata de Trump sea votada en el Senado, aunque no adelantó si votará a favor o en contra. «Tengo intención de votar basándome en sus cualificaciones», afirmó en un comunicado. Muy crítico con Trump, era uno de los senadores que podían haber roto filas, pero sus declaraciones cimentan el poder del presidente sobre el Partido.