Ion SALGADO
GASTEIZ

Apuestan por la vía del déficit para paliar una caída de 2.058 millones

Las haciendas de la CAV esperar recaudar 2.048 millones de euros menos este año, una caída del 13,3% respecto a los ingresos del año pasado. Pese a la gravedad de la situación, las diputaciones y el Ejecutivo descartan una reforma fiscal, y apuestan por recurrir al endeudamiento para solventar la crisis provocada por la pandemia del covid-19.

Las haciendas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa esperan recaudar este año 13.411 millones de euros, 2.058 millones menos que el año pasado. Supone una caída del 13,3%, provocada por la drástica reducción de los ingresos aportados por el Impuesto de Sociedades, 498 millones menos, y por el IVA, 1.071 millones de euros menos.

En una rueda de prensa ofrecida al termino de la reunión del Consejo Vasco de Finanzas Públicas, celebrado ayer en Gasteiz, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, reconoció que se trata de una caída «muy importante» asociada a la pandemia; y advirtió de que «la situación económica es grave».

En la misma línea se pronunciaron los diputados generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, que incidieron en que las previsiones iniciales apuntaban a una caída mayor de la recaudación, que algunos situaban en el 20%. «Es menos importante de lo que esperábamos», apuntó Ramiro González, quien auguró que la recuperación de la economía no será «inmediata».

En este sentido, conviene señalar que, de cara a 2021, las haciendas forales de la CAV esperan ingresar 14.250 millones de euros, lo que supone un incremento del 6,3% respecto de la recaudación de cierre prevista para este curso. Una mejoría que estaría sujeta a los buenos resultados de los impuestos especiales de fabricación y sobre la electricidad, y del IVA, que podría aportar 5.511 millones a las arcas públicas de la CAV.

Una previsión que, tras escuchar a Unai Rementeria, puede resultar un tanto optimista. No en vano, el dirigente jeltzale reconoció que no se puede saber cuando finalizará la crisis sanitaria, y alertó de que la situación actual podría empeorar. «Hay que tener muy presente como está nuestro entorno, en plena segunda ola», manifestó, e hizo hincapié en que «tenemos que ser muy conscientes» de la situación de Europa.

Déficit en lugar de reforma

No obstante, Rementeria rechazó la posibilidad de impulsar una reforma fiscal que permita aumentar los recursos de las diputaciones; y abogó por la vía del endeudamiento, ya que, a su juicio, «el déficit es una muy buena herramienta para un momento concreto y extraordinario», en alusión los efectos económicos de la pandemia provo- cada por el coronavirus.

«Es una solución coyuntural, es un parche que nos ayuda a sacar adelante los proyectos que en estos momentos son necesarios, proyectos que generen actividad económica», subrayó antes de remarcar que «hay que sacar adelante esos proyectos y luego ya veremos si vienen fondos europeos o cualquier otro tipo de fondos».

Con estas palabras se refirió a la polémica suscitada por los proyectos remitidos por Lakua al Ejecutivo español, que, tal como adelantó GARA, reservan más de 10.200 millones de euros para el TAV, Iberdrola y Petronor. «Vamos a tratar de sacar una serie de proyectos que cumplan con las exigencias del marco europeo», señaló Azpiazu, que también se pronunció sobre el proyecto presupuestario.

A este respecto, indicó que el acuerdo de la Comisión Mixta del Concierto, adoptado en materia de déficit público, permitirá al Ejecutivo elaborar «unos presupuestos que entendemos que van a ser no restrictivos». «Nos van a permitir afrontar con garantía los retos que el Gobierno tiene y las políticas públicas a las que debe responder», añadió antes de apuntar que el límite máximo de endeudamiento se sitúa en 1.400 millones de euros.