París llamó a consultas a su embajador en Turquía –una iniciativa diplomática que se utiliza muy raramente– para discutir la situación tras los «inaceptables» comentarios del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha puesto en cuestión la «salud mental» de su homólogo francés, Emmanuel Macron. «El exceso y la mala educación no son un método. Exigimos que Erdogan cambie el rumbo de su política porque es peligroso en todos los aspectos», comentaron fuentes de Elíseo.

Las mismas, que pidieron no ser identificadas, destacaron que el Gobierno francés también había tomado nota sobre «la ausencia de mensajes de condolencia y apoyo» del presidente turco tras la decapitación del profesor Samuel Paty.

Ankara se ha sentido particularmente indignada por la campaña de Macron para proteger «los valores seculares de Francia contra el islam radical», que recibió un nuevo impulso tras la decapitación del citado maestro, que mostró una caricatura del profeta Mahoma en una clase sobre la libertad de expresión.

«¿Cuál es el problema del individuo llamado Macron con el islam y con los musulmanes?», preguntó Erdogan en un mitin, añadiendo que «necesita terapia mental», al tiempo que indicó que espera que el líder francés no revalide el mandato en las elecciones de 2022.

Este mes, Macron describió al islam como una religión que está «en crisis» en todo el mundo y anunció que su Gobierno presentará un texto en diciembre para fortalecer la ley de 1905 que separa oficialmente Iglesia y Estado, una supervisión más estricta de la educación y más control sobre la financiación extranjera de mezquitas.

El debate ha alcanzado gran intensidad tras la decapitación de Paty por un refugiado de origen checheno de 18 años que tuvo contacto con un yihadista de la zona siria que ocupa Turquía.

Erdogan también denunció que París está armando a Armenia en el conflicto de Nagorno Karabaj. Y preguntó a Macron: «¿Crees que restablecerás la paz con las armas que envías a los armenios? No puedes porque no eres honesto».

El Elíseo expresó ayer su preocupación por el llamamiento de Ankara a un boicot a los productos franceses, que se ha extendido a otros países musulmanes. Y señaló que Erdogan tiene dos meses para cambiar su «peligrosa aventura» en el Mediterráneo Oriental y su «conducta irresponsable» en Nagorno Karabaj.