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El peor atentado suicida en tres años mata a una treintena de personas en un mercado de Bagdad

La capital de Irak fue escenario ayer del atentado suicida más mortífero en los últimos tres años cuando dos kamikazes se inmolaron en un popular mercado de ropa matando a al menos 32 personas y dejando heridas a otras 110, algunas de ellas en estado crítico, por lo que el balance de víctimas mortales podría aumentar.

El ataque tuvo lugar en la céntrica plaza de Al-Tayaran de Bagdad, donde se registraron dos explosiones atribuidas por las autoridades a un «ataque terrorista suicida» en el que dos kamikazes se hicieron explotar.

Una fuente del Ministerio de Salud indicó que los dos atacantes se inmolaron con «un cinturón explosivo y un artefacto casero» en un mercado de ropa de segunda mano.

Según una primera versión, difundida por el portavoz de las Fuerzas Armadas, Yahia Rasul, en una breve nota, los kamikazes «se hicieron explotar cuando las fuerzas de seguridad los perseguían» en la zona de Bab al-Sharqi, en el centro de la capital.

Sin embargo, posteriormente el portavoz del Ministerio de Interior, Jaled al-Muhana, dijo en declaraciones a la televisión estatal iraquí Al-Iraquiya, que el primer atacante fingió estar enfermo y pidió ayuda a las personas que lo rodeaban para, cuando se hubo aproximado un grupo de gente, hacer detonar un cinturón explosivo.

Al-Muhana añadió que el segundo kamikaze se inmoló cuando otros ciudadanos acudieron para socorrer a las víctimas de la primera explosión.

En un vídeo grabado por testigos presenciales y difundido en las redes sociales se veía cómo una de las explosiones, supuestamente la primera, se produce en un punto de la calzada junto a los tenderetes del mercado en el que se había aglomerado un nutrido grupo de personas.

Aunque al cierre de esta edición no había reivindicación, su modus operandi recuerda al del Estado Islámico (ISIS), que ocupó cerca de un tercio de Irak entre 2014 y 2017, cuando fue derrotado en el país. Desde entonces, células yihadistas resisten, latentes, en zonas montañosas y desérticas. Sin embargo, el ISIS solo ha asumido hasta ahora ataques sin importancia, perpetrados generalmente por la noche contra posiciones militares en zonas aisladas.

Los últimos atentados mortales en Bagdad se remontaban a junio de 2019. Pero el de ayer fue similar a otro cometido en la misma plaza en 2018, que dejó 31 fallecidos. Como aquel, coincidió con los preparativos de unas elecciones legislativas que en Irak suelen estar empañadas por la violencia.

Además, coincidió también con la reducción a 2.500 del número de soldados estadounidenses desplegados en Irak, una disminución que «refleja el aumento de las capacidades del Ejército iraquí», según el jefe del Pentágono, Christopher Miller, quien negó un cambio en la política de EEUU.