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EL CAIRO

La represión marca el día a día de los egipcios a diez años de Tahrir

El 25 de enero de 2011, miles de egipcios se echaron a las calles en contra del dictador Hosni Mubarak. Decenas de furgones policiales rodeaban ayer la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en 2011, donde agentes antidisturbios, con uniforme y de paisano vigilaban los movimientos de los transeúntes e inspeccionaban algunas de sus mochilas e incluso sus móviles. Una década después, se estima que miles de personas han huido del país por la represión.

El 25 de enero de 2011 miles de egipcios salieron a manifestarse en contra de la Policía egipcia, convocados por una página de Facebook anónima en memoria de un joven muerto tras ser torturado por los agentes en la ciudad de Alejandría pocos meses antes. Sentado en una cafetería de la capital, Ahmed afirma que la revolución fue «la cosa más pura que ha pasado nunca en este país» y que la recuerda «como si fuera ayer». A sus treinta años, confiesa que le pone «triste» hablar de ello e intenta evitarlo: «No quiero abrir las memorias de Facebook de hace diez años porque me recordaría lo enérgico que era antes y lo derrotado que estoy ahora».

Se unió a las protestas para pedir «una vida mejor para los egipcios». Al día siguiente se vio hacinado en un furgón policial junto a unos cuarenta manifestantes «hechos mierda», arrodillados y con las manos en la cabeza. Permaneció dos días detenido en unas instalaciones militares en las afueras de la capital con otras cien personas, durmiendo en el suelo de una misma celda en la que apenas había luz y solo un cubo de agua que debían compartir para hacer sus necesidades.

Para Said, «la plaza Tahrir era todo lo que queríamos que Egipto fuera. Nadie te preguntaba nunca sobre tu religión, tu ideología... solo éramos uno más. Sentí que era posible convertir todo el país en Tahrir».

La realidad es bien distinta a aquellos sueños. Desde el golpe de Estado del general de Abdel Fattah al-Sissi, en 2013, contra el Gobierno de los Hermanos Musulmanes, más de 2.300 personas han sido condenadas a muerte. A día de hoy hay más de 60.000 presos políticos en el país. Precisamente, en la madrugada de ayer, día en el que también conmemoraba el Día de la Policía, fue detenido el director de películas de dibujos animados y dibujante Ashraf Hamdy, después de que publicara en su página Egyptoon un vídeo del aniversario de la revolución. En el vídeo retrata a un manifestante en medio de dos furgones policiales que afirma: «Soy la voz en medio del silencio de todo el mundo, quien estuvo contra la injusticia, la corrupción y la opresión. Yo soy quien sonrió cuando fue disparado y mi sangre se derramó sobre el asfalto». La Red Árabe para la Información de Derechos Humanos denunció este arresto. Recordó que anteriormente trabajó en la revista estatal “Sabah al-Jeir” y en la web Masrawy.

 

Kontzientzia-presoen kontrako tratu txarrak salatu ditu AI-k

Egiptoko kartzeletan kontzientzia- presoak torturatu egiten dituztela eta tratu gizagabea jasotzen dutela salatzen du Amnesty Internationalek, atzo argitaratutako txosten batean. «Disidentzia zigortzeko», kartzeletan presoei osasun arreta ukatzen zaiela ere nabarmentzen du.

Espetxeak gainezka daudela azpimarratzen du. Egun, 114.000 preso daude Egipton, herrialdeak duen kartzela-edukieraren bikoitza baino gehiago. Pilaketa horri bertan gertatzen diren tratu txarrak eta osasun zerbitzu falta gehitzen zaizkio, argazki tamalgarria irudikatuz. Baldintza horien ondorioz preso asko hil egiten direla ohartarazi du gobernuz kanpoko erakundeak.

Txostenean, 16 espetxetan preso zeuden 67 pertsonaren jarraipena egiten du. Horietatik hamar kartzelan hil ziren eta beste bi, aske atera eta gutxira, 2019an eta 2020an.

Preso ohien lekukotasunen arabera, aireztapenik gabeko eta gainezka zeuden ziegetan sartzen zituzten. Funtzionarioek ohe-jantziak eta arropa egokia ukatzen zizkieten, baita higiene intimorako produktuak ere. Horrez gain, jatorduak eskasak izaten ziren. Erizaintza gelek ez dituztela oinarrizko baldintzak betetzen ere salatu du AI-k, eta bertako langileek ez dutela beharrezko prestakuntzarik eta askotan presoak iraindu egiten dituztela. Egoera horren aurrean, presoek hainbat gose greba egin dituzte.GARA