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la haya

Otra cumbre climática que pone a prueba la ambición de los gobiernos

Líderes mundiales, primeros ministros, representantes de organizaciones multilaterales, ONG, científicos y el mundo académico abrieron ayer la Cumbre de Adaptación al Clima (CAS) que pretende impulsar una hoja de ruta con soluciones prácticas para adaptarse a los efectos del cambio climático, tales como inundaciones, sequías o migraciones.

El primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, anfitrión del encuentro multilateral y telemático, advirtió de que el cambio climático está ocurriendo y afecta a la vida de cientos de millones de personas y, mientras el planeta se enfrenta al covid-19, es preciso seguir adaptándose al cambio climático. En el evento se presentan las estrategias de distintos países para lograr un «futuro resiliente en 2030» y se pondrán en común para lanzar una Agenda global de adaptación para esta década.

Antes de que cada mandatario expusiera sus propuestas, el secretario general de la ONU, António Guterres, criticó que los países no van lo suficientemente rápido en adaptación.

A su juicio, la pandemia ha demostrado que no se puede seguir haciendo las cosas como hasta ahora ya que existe una emergencia climática con unas consecuencias «terribles». Así, recordó los 11.000 desastres naturales de los últimos años que han terminado con la vida de más de 450.000 personas y reclamó más inversión en adaptación y resiliencia para los países en desarrollo.