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Urkullu salda el caso Sabas-Maiz, que recibirán la segunda vacuna, declarándose «triste»

La cuestión de las vacunaciones vip destacó tras el Consejo de Gobierno de Lakua de ayer, en el que Iñigo Urkullu quería poner en valor su reunión de la víspera con el presidente español, Pedro Sánchez. El lehendakari afirmó sentir «tristeza y rabia» ante lo ocurrido en hospitales públicos, pero no habrá mayores medidas y Sabas y Maiz recibirán la segunda dosis.

El Consejo de Gobierno analizó el contenido del encuentro entre Urkullu y Sánchez este lunes en La Moncloa. Pero el tema principal de la comparecencia fue el escándalo de las vacunaciones vip, que provocó la salida de los directores de los hospitales de Basurto y Santa Marina por saltarse la cola.

Al dar cuenta de la reunión con Sánchez, el lehendakari introdujo una reflexión algo críptica sobre el «estupor, tristeza e indignación» que dice sentir ante «imágenes y declaraciones» de las últimas jornadas, al parecer compartido con el presidente español.

«No es momento de agrandar los problemas, sino de soluciones. Las imágenes de esta última semana nos sitúan ante un punto de inflexión», manifestó Iñigo Urkullu. Al ser preguntado por si estaba hablando de las vacunaciones vip en Basurto o Santa Marina, señaló que no, que hablaba de la situación «social». «Lo que estamos reivindicando es un compromiso social, que empieza por cada uno, que es auzolan», avanzó Urkullu, esquivando la cuestión. «Si queremos llevar el tema al asunto de la vacunación, llevémoslo ahí», concedió a continuación.

«Tomo lo ocurrido con pena, tristeza y rabia», manifestó ante una pregunta que incidía en el escándalo. «Teniendo unos protocolos claros como tenemos, no cumplirlos provoca esa pena, dolor y rabia. Tenemos que ser absolutamente transparentes y honestos», apuntó.

Sabas insiste en que lo sabían

Urkullu remarcó que los cargos directivos no entran en el protocolo de prioridades, aunque Sabas siga sosteniendo en prensa (ayer mismo lo reiteró en Vocento) que el Departamento estaba al tanto de ello.

Preguntado sobre cómo se va a actuar con estos dos ya exresponsables (José Luis Sabas, director de Santa Marina, y Eduardo Maiz, de Basurto), Urkullu dejó la respuesta a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. Y al contrario de lo que se está planteando en otras comunidades con casos similares, Sagardui confirmó que les darán la segunda vacuna porque «estamos hablando de salud».

Por su parte, Urkullu quiso apostillar: «Yo me vacunaré, pero cuando me toque».

Sobre la reunión del lunes en La Moncloa, Urkullu insistió en lo que avanzaba la nota del lunes tarde, que aprecia «un compromiso de impulso político» pero sin novedades concretas.

Por lo que respecta a la gestión sanitaria, lo que el lehendakari apunta en realidad es que trasladó al presidente español «la necesidad de ampliar las competencias de las comunidades autónomas en la toma de decisiones».

Ahora bien, no concretó que haya pedido permiso para adelantar el toque de queda, actualmente a las 22.00. La demanda de competencias ha sido reiterada por Iñigo Urkullu desde los primeros pasos del estado de alarma en marzo, pero desoída por un Gobierno español que ha impuesto un criterio único con el Consejo Interterritorial de Salud como coartada.