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santurtzi

Egiari Zor apela a reconocer ya el sufrimiento carcelario

En un acto de recuerdo a los presos Igor Angulo y Roberto Sainz, fallecidos en 2006, Egiari Zor Fundazioa apeló a que se reconozca el daño causado con la política carcelaria de excepción y desaparezca esta expresión de violencia. «Todas las víctimas, mortales y supervivientes, todos los sufrimientos derivados de la violencia que hemos sufrido, deben tener su espacio en las políticas públicas de memoria, también muertes como las de Igor o Roberto», sostuvieron.

Egiari Zor Fundazioa desarrolló en el puerto de Santurtzi un acto para recordar que ayer se cumplieron 15 años de que apareciera muerto en una celda de la prisión de Cuenca el santurtziarra Igor Angulo Iturrate. Poco días después, el 3 de marzo, el jarrillero Roberto Sainz Olmos ‘‘Baru’’ fallecía en la de Aranjuez a causa de un infarto.

La fundación tiene claro que estas dos muertes, como las de otros 33 presos políticos vascos y 16 familiares, eran evitables, si no se hubiese aplicado una política penitenciaria de excepción.

«Negar la debida atención sanitaria, aplicar de forma arbitraria los protocolos contra las enfermedades incurables, las duras condiciones de vida dentro de la cárcel, el aislamiento, el alejamiento, la dispersión... Estas medidas fueron la causa de las muertes de Igor y Roberto, como bien sabéis en este pueblo», apuntó Ibon Garate, cuyo hermano Ruben perdió la vida al ir a visitar a un amigo preso.

Egiari Zor defiende que esas y otras muertes pudieron y debieron evitarse. «Si los derechos humanos hubieran prevalecido por encima de la venganza, el castigo añadido, la seguridad o cualquier otra consideración, la realidad hubiera sido bien distinta», lamentaron.

Consideraron necesario que se reconozca la violencia padecida por los presos y sus familiares. «Es necesario sacar a la luz la verdad de las vulneraciones que ha provocado la política penitenciaria de excepción. Pero, sobre todo, es imprescindible acabar de una vez por todas con las manifestaciones de violencia institucional que aún siguen vigentes», advirtieron.

Se quejaron de que algunos sectores eluden reconocer el origen de estas muertes. «La memoria de lo ocurrido no puede acotarse a unos intereses que tienen más que ver con visiones particulares y partidistas. La memoria, comprendida como ejercicio necesario para el desarrollo de una convivencia democrática, en una sociedad plural, de ningún modo puede ‘ajustarse’ a unas reglas o normas que cercenan y condenan al olvido partes de la historia colectiva de este pueblo», denunció el representante de Egiari Zor Fundazioa en su intervención.