GARA
LA HABANA

El PC de Cuba pasa el testigo a la nueva generación

El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba que se abrió ayer en La Habana pasará el testigo a la nueva generación de dirigentes que tendrán que definir cómo continuar el modelo socialista que Fidel Castro proclamó hace 60 años, y hacerlo en una situación de crisis económica y pandemia. Los delgados tendrán que abordar la inflación, las nuevas medidas económicas, las producción de alimentos y la relación con los EEUU de Joe Biden.

Coincidiendo con el 60 aniversario de la proclamación por parte de Fidel Castro del carácter socialista de la revolución, el Partido Comunista de Cuba abrió ayer su VIII Congreso que durará cuatro días, en un momento de fuerte crisis, agravada por el embargo de EEUU y la pandemia y que acomete la tarea de definir la continuación de ese modelo socialista.

Hoy se cumplen además 60 años del intento de invasión de Bahía de Cochinos promovido por EEUU. «Soñar y continuar un país: hoy comienza nuestro VIII Congreso del PCC», tuiteó el presidente Miguel Díaz-Canel, que tomará las riendas del partido el lunes y hará oficial la transición generacional. Es «el congreso de la continuidad», agregó. Después de la muerte de Fidel Castro en 2016, la jubilación de Raúl Castro, de 89 años, pasa una página histórica. Tras un homenaje a Fidel, Raúl entregó el informe central del congreso a los varios cientos de delegados de todas las provincias reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana para discutir los principales temas del país.

Acelerar la puesta en marcha de las nuevas medidas económicas, en un momento de preocupación por la crisis y la inflación provocada por la reciente unificación de las dos monedas locales será uno de los problemas a debate.

En su discurso inaugural, Castro aseguró que el «desarrollo de la economía nacional es hoy, junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica, una de las principales misiones» del PCC. Asimismo, instó a «defender el incremento de la producción nacional, en especial de los alimentos, y a desterrar el dañino hábito de importar».

«El país debe acostumbrarse a vivir con lo que tenemos y no pretender más de lo que seamos capaces de generar, en tanto las demandas insatisfechas de la población constituyan un incentivo para los productores nacionales», añadió.

Uno de los últimos cambios ha sido la posibilidad de que los ganaderos vendan en el mercado privado sus excedentes de carne, leche y productos lácteos siempre que cumplan con sus compromisos de entregas al Estado. Es una de las 63 medidas –como la reducción de las tarifas de electricidad y agua en todas las actividades agropecuarias– aprobadas por el Gobierno para potenciar la producción de alimentos, y forma parte de las reformas impulsadas en 2011 por el expresidente Raúl Castro.

Precisamente, el Gobierno acaba de designar un nuevo ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito.

La urgencia de que estas medidas tengan efecto junto a las consecuencias de la política de la Administración Trump de máxima presión sobre Cuba, y que ha revertido algunas de las medidas aperturistas de su antecesor, están provocando cansancio en la sociedad cubana, según algunos analistas.

Las sanciones de Trump eliminaron los cruceros de turistas estadounidenses en 2019 y, en 2020, las agencias de Western Union donde los cubanos recibían dinero de sus familiares en el extranjero.

En ese contexto, la pandemia ha supuesto otro gran golpe sobre uno de las principales fuentes de ingresos, el turismo. En este campo, el Congreso también analizará la esperanza de Cuba en sus cinco candidatas a vacunas contra el coronavirus, dos de los cuales –Soberana 02 y Abdala– están en la tercera y última fase de ensayos clínicos para evaluar su eficacia.