Asier AIESTARAN
RESACA DE LA FINAL COPERA

Necesidad de pasar página aunque el calendario no dé ninguna tregua

Sin darle mayores vueltas a la derrota ante un Barcelona que fue muy superior en la final del sábado, el entorno rojiblanco se pregunta a qué se debe el bajón que ha sufrido el equipo en los últimos compromisos. Pasado el «efecto Marcelino», que hizo reaccionar a los bilbainos a inicios de año, los viejos problemas vuelven a aparecer.

Reza el dicho que del éxito al fracaso hay solo un paso, y el Athletic puede dar buena fe de ello. O analizándolo de otra manera, se podría decir que un mismo resultado se puede catalogar de éxito o de fracaso según cómo se mire. Simples divagaciones para constatar que una temporada histórica –ganando una Supercopa y jugando dos finales de Copa, aunque una fuera la aplazada del año anterior– haya dejado un poso amargo en la jornada de resaca.

El equipo regresó ayer al mediodía a Bilbo, con caras largas entre jugadores y técnicos, sin ganas de pensar mucho en lo sucedido el sábado en La Cartuja y un llamamiento en las redes sociales del club a pensar ya en la Liga, que en esta vorágine competitiva le llevará a jugar de nuevo este mismo miércoles. Adivinen dónde... pues sí, en Sevilla, aunque esta vez será para enfrentarse al Betis en el estadio Benito Villamarín.

Eso sí, por recordar, el Athletic tiene 37 puntos a falta de ocho partidos para que acabe la Liga, por lo que tan difícil parece sufrir por debajo como acercarse arriba. Escapado el aliciente de clasificarse a Europa mediante la Copa, el objetivo más plausible será el de intentar cerrar la temporada con el mejor sabor de boca posible.

¿Y el «efecto Marcelino»?

El principal debate entre los seguidores rojiblancos en las horas posteriores a la derrota ante el Barça fue si el llamado “efecto Marcelino”, cuando la llegada del técnico asturiano al banquillo bilbaino hizo reaccionar a un equipo apagado, ha caducado definitivamente. Y aunque esos altibajos en el deporte tienen muchas veces más que ver con las sensaciones que con los números reales, en esta ocasión parece que las estadísticas también corroboran la tendencia descendente que atraviesa el conjunto vizcaino.

Por poner un dato sobre la mesa: el Athletic ha marcado tres goles en sus últimos siete partidos, cuando había anotado 30 en los 15 anteriores. El buen arranque de Marcelino con el triunfo en la Supercopa, las goleadas al Getafe y al Cádiz o la clasificación para la final de Copa han dado paso a varios encuentros en los que el equipo se ha mostrado inoperante en ataque, atascado, y con muchos problemas para crear ocasiones.

Es lo que se ha visto, por ejemplo, en las dos finales de Copa. Ante un Barça descansado y en gran estado de forma puede ser hasta comprensible, pero sucedió prácticamente lo mismo ante una Real con bajas que no atraviesa su mejor momento de forma, precisamente.

En sus declaraciones tras la final, Marcelino reconocía que «soy el máximo responsable y por lo tanto el que tiene que asumir que seguro que hice muchas cosas mal para que el equipo no demostrara su calidad y un nivel competitivo que hace tres meses demostró contra el mismo equipo. Seguro que hice muchas cosas mal y por lo tanto me considero el máximo responsable de esta derrota».

Añadió que la superioridad culé «es una evidencia y no tenemos que poner paños calientes». «En la cabeza de los futbolistas estaba la máxima ilusión por ganar estas dos finales, pero no nos salieron las cosas y nos superaron. Hay que aceptarlo y trabajar para llegar a otra y competirla con un nivel de intensidad, carácter y ambición mayor que el que demostramos en el partido de hoy».

No obstante, cuestionado por las razones de ese bajón en el rendimiento del equipo, el técnico asturiano no supo escoger ninguna en concreto, aunque la más evidente sería la acumulación de esfuerzos. El éxito en Copa y Supercopa lleva consigo la acumulación de minutos en varios jugadores fundamentales en la escuadra rojiblanca y ese cansancio podría estar pasando factura en estos momentos.

El ejemplo más claro es el de Iker Muniain, pieza indispensable en el ataque del Athletic, que llegó cojeando a Sevilla el jueves y tuvo que ser cambiado al descanso pese a partir como titular. El propio Rafa Alkorta reconocía que la acumulación de minutos le estaba pasando factura, y algo parecido se puede pensar de otros jugadores como Iñaki Williams o Raúl García.

Hasta que duró «la gasolina»

La declaraciones de Dani García tras la final vienen a confirmar la importancia del aspecto físico en el rendimiento del Athletic. El centrocampista dijo que el equipo «en la primera parte, aunque ellos han estado mejor, ha dado la cara». «Pero ha sido hasta que nos ha durado la gasolina y no nos ha dado para más». Por ello, añadía que intentarán «terminar la temporada lo mejor posible». «Hay puntos en juego y por este escudo tenemos que intentar tirar para arriba e intentar llegar lo más lejos posible», añadió el guipuzcoano de cara a lo que queda.

Mikel Balenziaga habló en parecidos términos y quiso pasar página para centrarse en la recta final de Liga. «Enhorabuena al Barcelona. Ahora ya tenemos que centrarnos en la Liga. Pasaremos unos días jodidos y duros, pero a levantarse. No hemos podido darle esta alegría a la afición, pero seguiremos intentándolo y luchando, esperemos que mejor que hoy, y ahora a recuperarnos para la Liga».

Todo hará falta, ya que la competición de la regularidad tampoco da tregua: al Athletic le esperan ocho partidos en un mes. Como para descansar.

 

Messi arrebata un récord a Zarra sin dar pistas sobre su futuro

Ampliando el foco más allá de la actualidad rojiblanca, la final del sábado dejó un protagonista principal: Lionel Messi. El jugador argentino, elegido mejor jugador de la final, levantó el trofeo como capitán del Barcelona y, gracias a sus dos goles, se convirtió en el máximo goleador de las finales de Copa con nueve dianas. El “10” blaugrana arrebató el récord que poseía Telmo Zarra con ocho goles, aunque jamás conseguirá quitarle el de máximo goleador de la competición: aunque Messi se ha colocado cuarto en la lista con 56 tantos, le quedan muy lejos los 81 que marcó la leyenda rojiblanca en sus 74 encuentros con el Athletic.

«Fue una Copa muy dura, en muchos partidos sufrimos. Siempre es lindo levantar un título, muy feliz por este grupo que merecía una alegría. Es muy especial ser el capitán de este club, donde llevo toda la vida, es una Copa muy especial», declaró Messi tras la final, sin dar mayores pistas sobre si continuará en el Barcelona la próxima temporada.

Preguntado al respecto, el nuevo presidente, Joan Laporta, se mostró optimista. «Leo es el mejor jugador del mundo, está muy arraigado al club, quiere al Barça y estoy convencido de que quiere quedarse. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que siga».A.A.

 

Declaraciones

«Soy el máximo responsable y por lo tanto el que tiene que asumir que seguro que hice muchas cosas mal»

MARCELINO

«Hemos dado la cara hasta que nos ha durado la gasolina y no nos ha dado para más»

DANI GARCÍA

«Pasaremos unos días jodidos y duros, pero a levantarse»

BALENZIAGA