GARA
WASHINGTON
EL HELICÓPTERO DE LA NASA VUELA EN MARTE

El vuelo del Ingenuity da otro salto en la exploración extraterrestre

El vuelo de 39 segundos de duración y tres metros de altura sobre la superficie de Marte del helicóptero Ingenuity de la NASA, el primero de forma autónoma de un aparato autopropulsado en otro planeta, abrió una nueva etapa en la exploración extraterrestre al probar que podrá acompañarse de este tipo de aparatos.

Un pequeño helicóptero hizo historia ayer al llevar a cabo el primer vuelo controlado y con motor en otro planeta. El Ingenuity, el dron-helicóptero que llegó hasta la superficie de Marte en la sonda Perseverance el pasado 18 de febrero, se elevó a solo tres metros de la superficie a una velocidad de un metro por segundo y flotó durante 30 segundos en la tenue atmósfera marciana antes de girar y aterrizar. En total, 39 segundos.

En la sede de la NASA, los operadores tuvieron que esperar más de tres horas para la confirmación del histórico vuelo. Después de recibir los datos del vuelo, el equipo del JPL-NASA estalló en vítores y aplausos de alegría.

Aunque solo fuera poco más de medio minuto, se mostraron satisfechos con lo que representa un gran paso en la exploración extraterrestre.

«Es una demostración de tecnología que pretende ser el primer vuelo propulsado en otro mundo y podría ampliar aún más nuestros horizontes y ampliar el alcance con la exploración de Marte», señaló Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA.

Cinco vuelos más

No será la última vez que lo intente. Su misión durará 30 días marcianos, durante los que podría alzar el vuelo otras cinco veces e intentar llegar a una altura de cinco metros y desplazarse lateralmente.

La vida del helicóptero, que la NASA llevará al límite, dependerá de la forma en que aterrice en cada vuelo.

«Planeamos más vuelos de prueba para los próximos días. En el futuro, exploradores robóticos voladores podrían unirse a nuevos rovers e incluso a astronautas en sus investigaciones», indicó la NASA.

«Cada paso que hemos dado desde que comenzó este viaje hace seis años ha sido un territorio inexplorado en la historia de los aviones», añadió Bob Balaram, el ingeniero jefe del helicóptero. El éxito llegó tras un primer intento aplazado por un error en las pruebas de los rotores. Aunque el vuelo se efectuó hacia las siete de la mañana (hora de Euskal Herria), la confirmación no llegó hasta las 12:40.

El vuelo se tuvo que enfrentar a la dificultad de elevar el aparato en una atmósfera con solo el 1% de la densidad de la Tierra, por lo que, aunque solo tenía que vencer un tercio de la gravedad terrestre, sus palas tuvieron que rotar mucho más rápido, a 2.537 revoluciones por minuto.

Con 1,2 metros de envergadura, el Ingenuity está formado por un pequeño cuerpo en forma de cubo, que albergan sensores, cámaras y baterías; dos pares de palas de fibra de carbono, encima una antena, y cuatro finas patas para posarse.

El helicóptero transmitió los datos técnicos de su vuelo al rover que, a su vez, los envió a la Tierra. Entre ellos una foto en blanco y negro de la superficie sobre la que se elevó el Ingenuity. Una vez recargue sus baterías con sus paneles solares, transmitirá una foto del horizonte captada en su vuelo, pero las imágenes más espectaculares de la operación completa las enviará el róver, que la grabó a unos pocos metros.