Las Juntas Generales de Bizkaia aprobaron ayer la nueva norma foral de carreteras para adaptarla a los cambios normativos, sociales y tecnológicos producidos desde su aprobación en 1999 y su modificación en 2011 con los votos a favor de PNV y PSE. El PP votó en contra y EH Bildu y Elkarrekin Bizkaia se abstuvieron.

La nueva norma pretende dotar a las carreteras vizcainas de una «normativa moderna», que responda a los «retos actuales», garantice un «uso adecuado» y que dé respuesta a las necesidades de sus usuarios, según explicó el diputado de Economía y Hacienda, José María Iruarrizaga, que defendió el texto debido a la ausencia del diputado Imanol Pradales.

En materia de planificación de carreteras, la nueva norma aborda la modificación del catálogo de la red para adecuar la adscripción de las carreteras a las diferentes categorías existentes para que sea coherente con la funcionalidad actual.

La norma adapta el procedimiento de tramitación a los cambios legislativos en evaluación ambiental y regulación de los procedimientos de aprobación de los planes de ordenación del territorio, entre otros.

El proyecto había registrado una enmienda a la totalidad por parte del PP, que fue rechazada en Comisión, y 48 enmiendas parciales también presentadas por este grupo y que fueron desestimadas en el pleno con el voto contrario de los grupos del Gobierno foral. Los otros grupos de la oposición variaron su voto en función de las enmiendas.

El PP propuso una enmienda para eliminar los peajes de su articulado, pero PNV y PSE la rechazaron remarcando que «no toca» el debate sobre peajes.

EH Bildu censuró que la norma de carreteras «no cuenta con el respaldo de la sociedad» ni tiene en cuenta a los agentes afectados. «Solo cuenta con el apoyo de partidos que sustentan al Gobierno», advirtió.

Elkarrekin Bizkaia consideró «lógico» que se produzca una revisión del contenido de la norma para introducir la necesidad de movilidad sostenible debido a que «el punto de inflexión climática está peligrosamente cerca». No obstante censuró que la norma se limita a incluir «el término» de movilidad sostenible: «Poca carne para tanto caldo», manifestó.