La subdirectora del Área Médica del Hospital Donostia, Maite Martínez, presentará hoy su dimisión, según informó ella misma «a primera hora de la noche» de este sábado a “El Diario Vasco”, que publicó la noticia en su edición dominical. «Estoy vinculada con el Hospital a proyectos y personas. No comprendo los motivos del cese de las personas en las que confío. Si ya no están, solo puedo dimitir», confesó Martínez, que está en el organigrama por debajo de la directora médica Idoia Gurrutxaga, cesada por el Departamento de Salud que lidera Gotzone Sagardui.

Esta dimisión se une a la de Adolfo Beguiristain, subdirector del Área Quirúrgica, quien denunció que el Hospital Donostia deje de ser reconocido como «centro de referencia en el tratamiento de cáncer peritoneal» y se reparta el servicio con Cruces, en Barakaldo, a donde también se pretendía trasladar la cirugía cardiaca del bilbaino hospital de Basurto, decisión ahora paralizada por un juzgado.

El cirujano censuró que el Departamento gestiona la red sanitaria pública con «un sistema dictatorial muy pero que muy peligroso, en detrimento de la calidad asistencial».

El detonante de esta crisis fue el cese el jueves -aunque se conoció el viernes- de la directora gerente de la OSI Donostialdea, Itziar Pérez.

Mutismo absoluto

Con estos dos ceses y otras tantas dimisiones -por ahora- el cuadro directivo queda como un páramo, ya que tanto la directora de Personal, Esther Litago, como el director de Atención Integrada, Carlos Barruso, dimitieron en noviembre, mientras que la Dirección Económico Financiera permanece vacante.

Ahora mismo, entre los puestos principales, solo permanece Yeshika Merino, la directora de Enfermería.

Mientras tanto, el Departamento de Salud que dirige Osakidetza mantenía un silencio absoluto sobre las causas de estos ceses y sobre los posibles relevos. Ante las preguntas de los medios, Sagardui escapó de los micrófonos.