Ramón SOLA DONOSTIA
EL «CASO BATERAGUNE», EN EL CONSTITUCIONAL

La Fiscalía aún sostiene que Otegi es de ETA, porque «no la ha condenado»

La Fiscalía, dependiente políticamente del Gobierno del PP, sigue afirmando que Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez pertenecen a ETA. Así lo hizo en 2009, cuando se produjeron las detenciones; también en 2011, el año del juicio, con bastantes más dificultades por la evidencia de que la iniciativa de los acusados estaba acabando con la lucha armada de ETA; y lo continúa sosteniendo en 2013, en un momento en que ya incluso el juez que ordenó la operación (Baltasar Garzón) se corrige: «Se ha demostrado que Otegi trata de ayudar a la paz». Por tanto, en sentido estricto no hay novedad en su posición, pero la negativa a admitir que existe un nuevo tiempo y que tiene precisamente como artífices a estos cinco representantes independentistas resulta cada vez más terca.

El Ministerio Público se posicionó ayer en contra del recurso de amparo ante el Constitucional español, última opción de anular la condena dentro del entramado jurídico español (luego el caso sería llevado a Estrasburgo, que ya anuló el castigo a Otegi por llamar «jefe de los torturadores» al rey español).

Todo ello se produce en un momento en que cuatro de los cinco condenados a penas de entre seis y seis años y medio de cárcel llevan cuatro entre rejas, es decir, dos tercios del total. Las perspectivas de que salgan libres resultan escasas toda vez que al admitir el recurso, antes del verano, el TC descartó una excarcelación cautelar que hubiera sido la decisión lógica para evitar mayores daños.

Las armas y la condena

El escrito de la Fiscalía tiene algunas circunstancias llamativas. Se rechazan los cuatro motivos de la defensa, tres de los cuales llevarían a repetir el juicio y el otro a la absolución definitiva. Este último se basa en la falta de pruebas. Al respecto, la Fiscalía defiende que fueron condenados justamente porque «no han renunciado en ningún momento al uso de armas» y porque «en su trayectoria no han condenado la violencia, ni en grupo ni individualmente».

La primera afirmación resulta estrambótica dado que en ningún momento de este proceso aparece uso de armas, sino mera actividad política. Y en cuanto al énfasis en la inexistencia de la condena, cabe recordar que en un proceso anterior (el relativo a un acto por Joxe Mari Sagardui Gatza), la juez Ángela Murillo intentó arrancar a Otegi una condena a ETA, sin lograrla. La defensa alegó falta de parcialidad y el Supremo lo aceptó, determinando que la presidenta del tribunal había prejuzgado el caso. La vista se repitió, y, con otros jueces, Otegi fue absuelto.

Murillo volvió a condenarle luego en este «caso Bateragune», por lo que la defensa argumenta también en este recurso que se ha vulnerado el derecho a un tribunal imparcial.

Sobre la cuestión central de la falta de prueba, la Fiscalía apunta igualmente que debe rechazarse porque existen indicios que ve «relevantes». Cita la rueda de prensa ofrecida el 16 de mayo de 2009 por una amplia representación de la izquierda abertzale, incluidos los imputados, «que fue valorada muy positivamente por ETA en una entrevista». Y alude también a que en el domicilio de Otegi se encontró documentación junto a una nota que decía «hacer karpeta y pasar Bateragunea». Además de la endeblez de ambos elementos, lo que parece desprenderse aplicando la lógica es justo lo contrario: que los participantes en la rueda de prensa no eran de ETA y que Bateragunea era una entidad a la que no pertenecía Otegi.

Con este escrito de la Fiscalía se supera un nuevo trámite para que el Constitucional decida sobre el caso. No tiene ningún plazo para ello. En el caso de los presos afectados por la doctrina 197/2006 ya se ha visto que algún recurso llevaba hasta cinco años en esta instancia. Con todo, lo avanzado de la condena haría exigible decidir rápido. El último escándalo posible ya en este caso sería que el TC anulara la condena una vez agotada.

«Castigar» para «reventar»

Sortu extrae de esta decisión fiscal la conclusión de que «el PP pretende castigar a quienes han trabajado por la resolución del conflicto para intentar reventar la oportunidad para construir la paz». Así lo afirmó su portavoz nacional, Pernando Barrena.

«Una vez más, queda en evidencia que el objetivo principal de los enemigos de la paz alineados con el PP es mantener en prisión a estos cinco militantes de la izquierda abertzale. El PP pretende castigar a quienes han trabajado por la resolución. Maneja la agenda de la involución, que pretende reventar la oportunidad para construir la paz. Ante la falta de argumentos democráticos y de apoyo social, utiliza a la Fiscalía, delegados del gobierno o la Guardia Civil».

CRONOLOGÍA

OCTUBRE DE 2009

Por orden de la Audiencia Nacional son detenidos varios dirigentes de la izquierda abertzale en la sede de LAB de Igara (Donostia). Según se supo en el juicio, ese mismo día habían difundido en la red un documento que iniciaba el debate interno para un giro estratégico en la izquierda abertzale. Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez y Miren Zabaleta están presos desde entonces.

SETIEMBRE DE 2011

Tras juzgar a ocho personas, la Audiencia Nacional condena a los cuatro citados y a Rafa Díez por integración en ETA. A Otegi y al ex secretario general de LAB -que es encarcelado fulminantemente- les impone diez años.

MAYO DE 2012

Con una fuerte división -tres jueces contra dos-, el Supremo confirma la condena, si bien reduce las penas a seis años y medio para Otegi y Díez y a seis años para Jacinto, Zabaleta y Rodríguez.

MAYO DE 2013

El Constitucional admite a trámite este recurso final en el Estado español, pero poco después se niega a excarcelar a los cinco de modo cautelar hasta que decida sobre el mismo.

Imputados políticos reprochan al PNV de Bilbo echarles «a los pies de los caballos»

Contrariamente al criterio adoptado en Donostia y otros ayuntamientos vascos, el PNV de Bilbo evitó ayer apoyar una moción contra los dos macroprocesos políticos que se están desarrollando en Madrid. El desenlace fue muy criticado por los imputados que seguían el pleno, apoyados por otras personas también en una concentración en el exterior. Karmelo Landa acusó al grupo de Iñaki Azkuna de «ponernos a los pies de los caballos de la Audiencia Nacional».

Tras las críticas del PP y del propio alcalde jelkide por el hecho de que la iniciativa fuera incluida en el debate plenario, no se aprobó la moción de EH Bildu sino una enmienda del equipo de Gobierno del PNV en la que se afirma que la Ponencia de Paz y Convivencia, puesta en marcha en el Parlamento de Gasteiz, constituye «el foro democrático adecuado» para tratar estos temas.

El PSE -que para rizar el rizo no participa en esta ponencia desde setiembre- le dio su voto, mientras que PP y EH Bildu, obviamente por razones muy diferentes, la rechazaron. El PNV eludió posicionarse sobre estos procesos priorizando el argumento de que este tema no debe ser tratado en Bilbo.

En declaraciones realizadas en las escalinatas del Ayuntamiento, cuando se desarrollaba en su interior la sesión plenaria, Landa recordó que lo que está ocurriendo en Madrid es un ataque «a la libertad política, al derecho a hacer política pública libre en Euskal Herria, en este nuevo tiempo en el que están todas las posibilidades abiertas».

Dicho esto, cuestionó la actitud del grupo del PNV, que «mira muchos los edificios, mira mucho la arquitectura, pero se está olvidando de la gente y de las personas». «Yo quiero transmitir una reflexión personal al alcalde, Iñaki Azkuna, y quiero preguntarle de qué sirve ganar el mundo si se pierde `la casa del padre'», añadió.

En la misma línea, le pidió que explique de qué sirve potenciar cierta proyección de la ciudad hacia el exterior cuando «se están cerrando las puertas a la gente como nosotros que llevamos años y años trabajando, a las duras y a las maduras, por Bilbo y por Euskal Herria».

El representante independentista procesado en este caso por el sumario contra Batasuna se preguntó también «qué hace diferente al PNV de Bilbao y al de Donostia y por qué se tiene que diferenciar para mal». GARA