Iñaki EGAÑA
LA VUELTA DE LAS «LISTAS NEGRAS»

El bucle del magisterio navarro; los «maestros perturbadores»

Maestras y maestros de Nafarroa han sido clasificados, en épocas recientes, por sus ideales políticos y sociales, incluso por sus gustos literarios. La ordenación de sus tendencias generó las llamadas Listas Negras, utilizadas en primera instancia por los delegados de Educación para conceder o no destinos, y en última instancia por la Guardia Civil y grupos paramilitares para acabar con sus vidas.

Al menos 26 maestros y una maestra navarra fueron ejecutados extrajudicialmente entre 1936 y 1944, y otro tras sufrir Consejo de Guerra. En un territorio, por cierto, donde no hubo guerra y que fue retaguardia del franquismo, civil y militar.

La Junta de Educación, dependiente de Diputación, fue la encargada de redactar estas Listas Negras, a petición de los responsables militares de Nafarroa. Este supeditación de la sociedad civil a la militar en el magisterio tuvo su paradigma en las declaraciones del gobernador militar de la vecina Gipuzkoa, Ramón Sierra Bustamante, que llegaría a ser director de ``El Diario Vasco'': «Borraremos vuestros nombres, que serán malditos por generaciones de generaciones. Desterraremos al maestro que, en los mapas, marcaba con una raya verde ese artificio de Euzkadi».

Las Listas Negras de Nafarroa fueron rellenadas, previo informe personalizado, por la Iglesia, los ayuntamientos y la Guardia Civil. La primera se había opuesto durante la República a la laicidad en la enseñanza, ya desde el Vaticano: «No es lícito de ninguna manera pedir, defender, ni conceder la libertad de pensar, de enseñar y de escribir», dijo el papa León XIII.

Nueve días después del golpe de Estado, la Diputación acordaba una serie de medidas destinadas al magisterio navarro: se revisarían los nombramientos de los maestros, se prohibía la coeducación (niños y niñas en la misma clase) y «no se consentirá enseñanza alguna opuesta a la católica, a la unidad de la Patria, ni al principio de autoridad», añadía.

La Junta de Educación y Sanz

Se acogió a una vieja institución (1829), para restaurar una Junta Superior de Educación que entonces no existía y hoy aún perdura. En 2009, el entonces presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz (UPN), saludaba a la Junta como «símbolo de la autonomía educativa que ha ejercido Navarra a lo largo del tiempo».

La institución rescatada en 1936 fue el punto de partida para la confección de las Listas Negras. ``Diario de Navarra'' transmitió el acuerdo y le puso una coletilla: «Vamos también hacia la salvación espiritual. Muy bien por nuestros diputados; que no cesen en la obra emprendida, que no escatimen nada, que pidan cuanta ayuda necesiten. ¡Es la hora de España y, en España, la hora de Navarra! ¡Nuestra enhorabuena efusiva, incondicional y grande!».

El presidente de aquella primera Junta de Educación fue el diputado foral José Gómez Itoiz, antiguo médico en Lumbier (Irunberri), natural de Aia (Gipuzkoa) y también presidente de la Junta Carlista de Agoitz, donde por cierto ejecutaron los franquistas a dieciocho vecinos, entre ellos al maestro Martín Gil Isturiz.

Entre los vocales de la Junta, en la que también había maestros franquistas, se encontraba, asimismo, el entonces director de la CAN, el alavés Ramón Bajo Ullibarri. Dimitió poco después. En la actualidad, una escuela pública de la capital alavesa lleva su nombre. En 2008, el consejo escolar de la citada escuela propuso por unanimidad al Ayuntamiento cambiarlo por el de «Gasteiz», pero el alcalde, Patxi Lazcoz (PSE-PSOE), lo denegó en nota pública porque «Ramón Bajo hizo méritos para que un colegio llevara su nombre y ahora no vemos deméritos para quitarlo».

Eladio Esparza, uno de los instigadores del golpe de Estado, y periodista y subdirector de ``Diario de Navarra'', fue designado secretario de aquella Junta. Cuando concluyó la primera depuración del magisterio navarro, Esparza fue nombrado gobernador civil de Araba.

«Perturbador de conciencias»

La Junta de Educación elaboraría una primera Lista Negra, a las pocas semanas de su constitución. Contenía 53 nombres de maestros y maestras, de los que catorce serían ejecutados extrajudicialmente. Los que salvaron la vida fueron destituidos fulminantemente. Unos días más tarde, difundieron una nueva Lista, con otros 63 maestros y maestras que perderían su empleo.

Simultáneamente, Gómez Itoiz envió una circular a todos los ayuntamientos navarros, solicitando ayuda a los alcaldes, implicación en la depuración, a través de un informe ad hoc: «Este informe deberá consistir, en si el Maestro era un elemento perturbador de las conciencias infantiles, así en el aspecto patriótico como en el moral, o si por el contrario es hombre que patriótica y moralmente puede llevar dignamente el nombre de Maestro». En la circular, la Junta llamaba a descubrir a «los maestros perturbadores».

En unos meses, circularon centenares de informes que fueron recogidos por la Junta. En ellos, se especificaban las tendencias de las maestras y maestros navarros en cuatro grandes apartados: moralidad, religiosidad, tendencia política y lectura de prensa del investigado. El peso en la elaboración de la norma de Eladio Esparza fue notorio.

La depuración detallada del magisterio navarro fue recogida en 1986 en la obra ``Navarra 1936. De la esperanza al terror'' por el colectivo Altaffaylla, que comenzó su investigación sobre los primeros trabajos de José María Jimeno Jurío. Fue un trabajo pionero en Euskal Herria, incluso en el Estado español. Y una referencia obligada para ubicar la represión en Nafarroa, donde el 1% de su población fue ejecutado.

Según sus investigaciones, Nafarroa contaba, antes de la depuración, con 1.088 maestros (repartidos a partes iguales entre hombres y mujeres). De ellos, 229 fueron depurados o sancionados (un 22% del total con un reparto de 29% de maestros y 15% de maestras) y, al margen del castigo, 81 fueron condenados a pagar fuertes multas, la mayoría por «ultrajar a la patria (española) con pertinencia». Las merindades con mayor castigo al magisterio fueron las de Lizarra (29,4%) y Tutera (27,5%). La que tuvo menor incidencia fue la de Zangotza (6,9%).

Hasta la muerte de Franco.

Las Listas Negras tuvieron vigencia al menos hasta la muerte de Franco. La censura y depuración de las bibliotecas de las escuelas públicas fue permanente. En 1945, retiraron de La Casa del Maestro de Iruñea los libros de la escritora Celia Fortún, seudónimo de Encarnación Aragoneses. Celia era una escritora a la que a su muerte, en 1957, el alcalde franquista de Madrid dedicó una calle y una estatua. Pero, en cambio, en Nafarroa no era considerada: su marido, el militar Eusebio Gorbea, se había exiliado y suicidado en Buenos Aires.

La depuración trajo al magisterio navarro una nueva generación, adicta al régimen. Los malos tratos fueron habituales en las escuelas, que se convirtieron en válvulas de escape para la frustración de centenares de maestros. Los abusos sexuales, callados por una generación de niños que no tuvieron derecho a la denuncia, resultaron comunes en las escuelas de órdenes religiosas, favorecidos en su expansión por el propio sistema.

Entre los 28 maestros navarros ejecutados, 16 ejercían en Nafarroa y una era mujer, Camino Oscoz. Tres maestros alaveses -los de Zalduondo, Galarreta y Gordoa- fueron arrojados a la sima de Otsoportillo, en Urbasa. Los dos maestros de Aibar, los esposos Gabriel Valentín y Josefina Troncal, fueron detenidos y el marido ejecutado.

Martín Gil Isturiz fue el único de los maestros navarros ejecutado tras Consejo de Guerra. Lo llevaron a Alcalá de Henares y allí lo fusilaron, en 1944. El apartado de su ficha penitenciaria correspondiente al delito cometido lo rellenó el funcionario de turno con un «se ignora».

Maestros navarros ejecutados por los franquistas. Nombre, edad, natural, lugar de ejecución

Martín Gil Isturiz, 34, Agoitz, Alcalá

Domingo Bados, 32, Ameskoa, Altsasu

Sebastián Ezker, 23, Izaba, Bujaraloz

Daniel Garrido, 29, Allin, Erreniega (El Perdón)

Sixto Alonso, 33, Villafranca, Etxauri

Luis Brun, 25, Murillo, Ezkaba

José Velasco, 24, Peralta, Faltzes

Valentín Llorente, 27, Igea, Fuentebella

Emeterio Jaurrieta, 24, Caparroso, Iruñea

Juan Hernández, 33, Gijona, Iruñea

Juan Barasoain, 26, Uterga, Iruñea

José María Ramos, 23, Madrid, Iruñea

Joaquín Roncal, 23, Gares, Iruñea

Augusto Labairu, 40, Izaba, Iruñea

Juan Larreta, 55, Iruñea, Guardia

Gabriel Valentín, 42, Aibar, Larrasoña

Juan Bautista Iriarte, 26, Bera, Lesaka

Ricardo Zabalza, 42, Erratzu, Madrid

Julio Serrano, 25, Barcelona, Elo (Monreal)

Marcelino Zaratiegi, 40, Aibar, Olaibar

Justo Fierro, 43, Huesca, Oteiza

Félix Manzano, 23, Azkoien (Peralta), Tafalla

Camino Oscoz, 26, Iruñea, Urbasa

Balbino Baldos, 29, San Martín, Urbasa

Toribio Ambel, 38, Ambel, Valtierra

Amancio Alonso, 25, Azagra, Zaragoza

Heriberto Pérez, 54, Uxue, Zaragoza

Pedro Merino, 25, Valtierra, Zaragoza