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Biden deja Pekín sin resolver las tensiones por la zona aérea

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, partió ayer de Pekín hacia Seúl sin avances aparentes para resolver las tensiones en torno a la zona de identificación de defensa área (ADIZ) que declaró China el pasado 23 de noviembre.

Biden, que el miércoles se reunió con el presidente Xi Jinping, conversó ayer también con el primer ministro, Li Keqiang.

Ayer insistió en que la declaración de la citada zona de defensa aérea ha creado una «preocupación real» y pidió a los dirigentes chinos que tomen medidas para aliviar la tensión.

El Ministerio de Exteriores de China afirmó ayer que comunicó a Biden que su decisión de establecer esa zona va en línea con la legislación internacional. «Durante las conversaciones, China ha reiterado su posición y ha resaltado que la misma va en línea con el Derecho Internacional, por lo que EEUU ha de adoptar una actitud objetiva y positiva y respetarla», indicó el portavoz de la cartera, Hong Lei.

Horas antes, Biden había afirmado ante un grupo de empresarios estadounidenses que durante su conversación de más de cinco horas con Xi fue «muy directo sobre nuestra posición y nuestras expectativas» y explicó al presidente chino que el «reciente y súbito» anuncio de la ADIZ ha causado «una aprensión significativa en la zona».

Biden, según matizaron altos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato, instó a China a «dar pasos para rebajar las tensiones, evitar acciones que puedan llevar a una crisis y establecer canales de comunicación con Japón, pero también con otros vecinos, para evitar el riesgo de un error, un mal cálculo, un accidente o una escalada».

No obstante, no exigió, como sí hace Japón, que se cancele el establecimiento de la zona.

La ADIZ que China ha declarado en el mar de China Oriental incluye las islas conocidas como Diaoyu en mandarín y Senkaku en japonés, cuya soberanía se disputan Pekín y Tokio.