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La ONU da luz verde al envío de tropas francesas a la RCA, hundida en el caos

El Consejo de Seguridad de la ONU dio luz vede a la intervención de tropas francesas y africanas en la República Centroafricana donde el caos en el que se hunde el país vivió ayer un nuevo episodio en la capital, Bangui. Los combates entre las milicias de la coalición Seleka y las denominadas «antibalaka» dejaron decenas de muertos por disparos y arma blanca. París anunció el despliegue inmediato de soldados y pidió el apoyo de la UE.

«Este país es la catástrofe. Violencia sin cesar, una pobreza extrema, sin infraestructuras, sin sistema de salud», definía el presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF), Meguerdich Terzian, la situación en la República Centroaficana (RCA). Ayer, de nuevo, la violencia sembró de decenas de cadáveres la capital, Bangui. Solo en el hospital comunitario MSF contabilizó diez muertos y 65 heridos víctimas de disparos o de armas blancas. Pero en las calles y en los alrededores de una mezquita yacían más de 80 cuerpos.

Las autoridades responsabilizaron a grupos favorables al derrocado presidente, François Bozizé, y a las milicias «antibalaka» (antimachetes) que se enfrentan a combatientes de la supuestamente disuelta coalición Seleka.

El país es un completo caos de grupos armados, ataques, muertes y huidos. Cuando los rebeldes de la coalición musulmana Seleka derrocaron a Bozize, disolvieron sus milicias, al menos de forma oficial, pero muchos siguieron campando a sus anchas en distintos grupos armados. A su vez, grupos cristianos armados se organizaron en los «antibalaka» frente a estos ataques.

Pueblos enteros han sido abandonados. Unas 400.000 personas han huido a los bosques, donde sufren malnutrición y problemas de salud.

Despliegue de tropas francesas

Según un oficial de la fuerza internacional africana (Misca), -que actualmente cuenta con 2.600 hombres- los combates comenzaron cuando miembros de Seleka, ahora integrados en las nuevas fuerzas de seguridad, detectaron a milicianos «antibalaka» en el barrio de Boy-Rabe.

Disparos de armas automáticas y detonaciones de armamento pesado se escuchaban desde antes del amanecer en diversos barrios. Algunos testigos relataron, además, saqueos en viviendas de hombres armados sin que pudieran dar más detalles, ya que cada uno se encerró en su casa.

Muchos abandonaron precipitadamente sus hogares y buscaron refugio en el monasterio Marie Reine des Verbes, donde se llegaron a reunir cerca de mil personas. Las carreteras del centro estaban totalmente desiertas, con excepción de los milicianos fuertemente armados circulando en sus pick-up buscando venganza.

El presidente, Michel Djotodia, pidió a la aterrorizada población «mantener la calma» y confiar en el Ejército francés, que ha comenzado ya su despliegue.

Según el portavoz del Estado Mayor francés, el coronel Gilles Jaron, «unos 250 soldados franceses se han desplegado en Bangui» -de un contingente de 600- desde su base en el aeropuerto, para «asegurar los puntos sensibles» y los agrupamientos de extranjeros.

Casi a la vez, el Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a la resolución que autoriza al Estado francés, la antigua potencia colonial, a lanzar la operación «Sangaris» en apoyo de las fuerzas de la Misca. El texto, aprobado por unanimidad, otorga un mandato de doce meses a la misión para «proteger a los civiles, restablecer el orden y la seguridad, estabilizar el país» y facilitar el transporte de la ayuda a la población. Prevé transformar la Misca en una operación de mantenimiento de la paz de la ONU, con 4.000 efectivos apoyados por las tropas francesas. Impone también un embargo de armas con destino a la RCA durante un año.

Apoyo de la UE

Según el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, París enviará cerca de 1.200 soldados más. La resolución de la ONU autoriza a los militares franceses a «tomar todas las medidas necesarias para apoyar a la Misca». El presidente francés, François Hollande, convocó ayer mismo a su gabinete de Defensa y poco después anunció una acción inmediata. «Dada la urgencia, he decidido actuar esta misma noche, en coordinación con los africanos y con el apoyo de los socios europeos». El primer ministro centroafricano, Nicolas Tiangaye, advirtió de que «la protección de Bangui puede hacerse rápidamente, pero habrá que ir a las provincias». El embajador francés ante la ONU, Gerard Araud, declaró que la intervención podría comenzar en cuestión de «horas o días».

París quiere sumar a sus socios europeos a esta operación. Ayer la UE se comprometió a contribuir a través de una aportación económica, a la vez que dijo mantener «todas las posibilidades sobre la mesa». Gran Bretaña anticipó un «apoyo logístico limitado».

Pero MSF alerta de que la intervención militar no es suficiente para resolver los problemas y es necesario apoyo para gobernar mejor el país y levantar las infraestructuras.