Dos personas fallecieron ayer después de que la Policía turca abriera fuego contra una manifestación en la localidad kurda de Yüksekova, en la provincia de Hakkari, informó la agencia Firat News.

Según esta agencia kurda, los policías lanzaron gases lacrimógenos y agua a presión contra una manifestación kurda, lo que desató una batalla campal en la que la Policía empleó munición real y mató a un hombre y a su sobrino, identificados Resit Isbilir, de 35 años, y su sobrino Veysel, de 32.

Los dos recibieron disparos en el pecho y fueron trasladados a un hospital de Yüksekova, donde se certificó su muerte.

En los alrededores del centro médico se vivieron momentos de enorme tensión, que se prolongaron hasta entrada la noche, dado que la Policía bloqueó los accesos al establecimiento e intentó dispersar con gases lacrimógenos a quienes intentaban entrar.

La manifestación contra la que dispararon las fuerzas de seguridad turcas comenzó tras una marcha de miles de personas hacia una localidad cercana, Orman, para denunciar los últimos ataques ocurridos en su cementerio, donde se encuentran enterrados ocho guerrilleros de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG, por sus siglas en inglés), brazo armado del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

En el camposanto colocaron banderas del PKK y de la KCK (Unión de Comunidades del Kurdistán), que habían sido recientemente retiradas del lugar, presuntamente por agentes de Policía.

Numerosos cargos municipales y locales del BDP (Partido de la Paz y la Democracia) y activistas de derechos humanos y defensores de la cultura kurda participaron en la marcha.

Según informó, la Policía atacó a los manifestantes sin que mediara advertencia alguna, utilizando balas de goma, gases lacrimógenos y agua a presión. La repuesta de los jóvenes al ataque policial provocó los enfrentamientos posteriores en los que los agentes recurrieron a la munición real y acabaron con la vida de dos kurdos.

La tensión se disparó cuando la Policía intentó detener a Nail Durmaz, líder del BDP en Yüksekova.

En un comunicado, el gobernador de Hakkari trató de justificar la actuación policial al señalar que los dos fallecidos atacaron con armas largas y explosivos a la Policías y afirmó que los agente se vieron obligados a responder.