Juanjo BASTERRA

Luz verde del Senado español a la privatización de las cajas vascas

El Senado español dio el visto bueno ayer la Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias con los votos de PP y PNV. Mañana se aprobará definitivamente en el Congreso. El senador de Amaiur Alberto Unamunzaga afirmó que la ley «supone la liquidación de la figura de las cajas» y «la desaparición a corto plazo de su obra social». LAB criticó que se acaba con la posibilidad de contar con una institución pública.

El pleno del Senado español aprobó ayer el proyecto de Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias, con los votos a favor del PP y el PNV y la abstención del PSOE y CiU. La norma aprobada regresará al Congreso para su aprobación definitiva este jueves. Establece que las cajas que ejerzan su actividad mediante un banco o las que tengan una participación en una entidad de al menos un 10% deberán transformarse en fundaciones bancarias antes de finales de 2014.

María Eugenia Iparragirre, senadora del PNV, justificó el respaldo de su grupo a la ley ya que ha quedado «sustancialmente mejorado» tras consensuar varias de sus enmiendas con el PP. Sin embargo, el senador de Amaiur, Alberto Unamunzaga lamentó esa decisión y dijo que la ley «supone la liquidación de la figura de las cajas» y «la desaparición a corto plazo de su obra social, que en tiempos como los actuales se va a echar en falta».

Una opinión que fue compartida por el senador de IU José Manuel Mariscal, quien explicó que la ley regulará «algo que prácticamente ya no existe», puesto que los sucesivos gobiernos «se han encargado de dinamitar una de las herramientas de ahorro más importantes al servicio de la ciudadanía».

Claves del pacto PP-PNV

Las claves del proyecto son las que se han pactado entre PP y PNV en los artículos 43 y 44. Se refieren a los requisitos que hay que cumplir para que las fundaciones bancarias (cajas) no tengan que constituir un fondo de reserva especial por si los bancos en los que participan tienen problemas de solvencia. Tienen cinco años para garantizar ese fondo o, de lo contrario, reducir su participación por debajo del 50%. El artículo 43 de la legislación advierte de que «se entenderá como una única participación la de todas las fundaciones, ordinarias o bancarias, que actúen de forma concertada en una misma entidad de crédito».

Esto supone que las tres cajas vascas deberían quedarse por debajo del control del 50%, es decir estarían obligadas a vender la mayor parte de las mismas, o disponer de un fondo de reserva que, aunque no se ha desvelado su cuantía, la situación económica actual casi imposibilita su desarrollo, aunque es cierto que tienen cinco años para poder ajustarse a la legislación española, que será aprobada mañana en el Congreso.

Hay otro impedimento que ni PNV ni PP han tenido en cuenta hasta el momento, como es que en el acuerdo de integración de Kutxabank, cuando Mario Fernández pactó con Bildu, se decidió que no se podía vender sin el consentimiento de las asambleas de las cajas. Junto a las entidades vascas también están afectadas Caixabank, Unicaja, Ibercaja y Librebank.

Institución financiera pública

LAB denunció ayer que el paso dado en el Senado es producto de «la alianza entre PP y PNV que, cuando se trata de favorecer los intereses de la gran banca, funciona. El control de los activos de las cajas vascas por los inversores privados sigue en la hoja de ruta previamente marcada en este proceso».

Lamentó que ese camino ya lo recorrió UPN en Nafarroa, «liquidando la CAN» y añadió que esta ley «cierra la puerta a una institución financiera pública».

EH Bildu insta a Kutxabank a que dé «prioridad a la financiación del tejido productivo vasco»

Los parlamentarios de EH Bildu se concentraron ayer ante la sucursal de Kutxabank en La Bretxa en Donostia para exigir la recuperación del control público de la entidad. «No solo es posible, sino también necesario, para que desarrolle una política más social y progresista», insistieron.

Denunciaron «el improductivo papel que Kutxabank está desempeñado en el proceso de deterioro del tejido productivo vasco». Por ello colocaron una vieja lavadora de Fagor en la puerta de la sucursal, con el lema «lo habéis dejado caer». Xabier Isasi explicó que «en lugar de ayudar al tejido productivo y a nuestra economía, Kutxabank se ha dedicado a vender empresas de Euskal Herria y a deshacer inversiones».

En lugar de esa actuación, la coalición soberanista defendió, que «la prioridad de la entidad en estos momentos debería ser financiar el tejido productivo vasco». Isasi estuvo acompañado por las parlamentarias Rebeka Ubera y Lur Etxebarria, y los parlamentarios Iñaki Lazarobaster y Unai Urruzuno. Isasi denunció la deriva que lleva Kutxabank, «que se está convirtiendo en un banco comercial al uso, hecho a medida de las exigencias del PNV y del PP. La privatización de Kutxabank no tiene freno», añadió. Por lo que se preguntó «¿para qué necesitamos otro banco privado al estilo del BBVA o Santander en Euskal Herria?». EH Bildu se mostró favorable a que se recupere el control público sobre Kutxabank.

«La administración pública ha perdido la capacidad de influir en las decisiones, y el poder de las diputaciones, los ayuntamientos, los pequeños ahorradores, de aquellos que impulsaron su nacimiento es cada día menor» y añadió que «Kutxabank se ha convertido en dependiente de las reglas financieras europeas. Ante ello, nuestro mensaje es contundente: recuperar el control público de Kutxabank no solo es posible; también es necesario, para poder hacer una política más social y progresista» . J.B.