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Kiev considera que el acuerdo con Moscú ha salvado al país de la quiebra

Rusia ha salvado a Ucrania de la quiebra con la compra de deuda pública por 15.000 millones de dólares y la rebaja del precio del gas, según el primer ministro, Mykola Azarov, que recordó las condiciones que reclama la UE para la firma de un acuerdo de asociación.

El Gobierno de Ucrania afirmó ayer que el acuerdo alcanzado con Rusia por el que Moscú comprará 15.000 millones de dólares de deuda ucraniana y rebajará el precio del gas que vende a su vecino de 406 dólares los mil metros cúbicos a 268,5 ha salvado al país de la quiebra.

«El presidente ha llegado a un acuerdo con excepcionales condiciones de crédito para la economía de Ucrania, que nos permite llevar planes de modernización económica de amplio alcance», declaró el primer ministro, Mykola Azarov, en el Consejo de Ministros.

El anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de la compra de deuda pública ucraniana y la reducción en un 30 % del precio del gas ha supuesto un verdadero plan de rescate que aleja los riesgos de quiebra inminente que pesaban sobre el país, en recesión desde hace un año y donde la reservas de divisas disminuían cada día.

Las condiciones del FMI

Azarov aseguró que, por el contrario, el acuerdo de asociación que ofrece la UE «habría dado lugar a la bancarrota y el colapso socioeconómico» porque tendría que haber aceptado las condiciones del FMI, como el aumento de los precios del gas a los consumidores, la devaluación de la moneda nacional o la congelación de los salarios, mientras seguiría comprando gas ruso a precios elevados. El economista del banco Citi Ivan Charakov afirma que «el flujo de dinero fresco de Rusia garantiza que Ucrania cumplirá con sus obligaciones de pago el año que viene». «Es suficiente para tapar el agujero en la balanza de pagos para los próximos 18 meses», explica Neil Shearing, de Capital Economics.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó los países occidentales de seguir presionando a Ucrania para que vuelva a acercarse a la UE a pesar del acuerdo de asistencia financiera firmado con Moscú. El jefe de la diplomacia rusa aseguró en el Senado ruso que su país se ve «sorprendido por la manifiesta presión» ejercida por Occidente contra el Gobierno ucraniano.

Algunos analistas advierten de que esta botella de agua en el desierto para el presidente, Viktor Yanukovich, tiene un coste que Rusia asume ya que su principal objetivo es mantener a Ucrania en su órbita.

La UE opinó que el acuerdo solo es «una solución temporal» y no hace sino retrasar la crisis, según el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Linas Linkevicius.