Antonio Álvarez-Solís
KAZETARIA
AZKEN PUNTUA

La euforia

A mi la euforia estadística del Sr. Rajoy sobre la creación de empleo a finales de este año, con 107.570 parados menos, me suena a la risa de la hiena. Ustedes saben que la hiena es un animal que se alimenta de carroña, tiene una piel fea, huele fatal, camina derrengado, exuda un líquido repugnante y emite un aullido estridente que es calificado como la risa del infortunado cánido. Esto último llamó la atención al alumno que escuchaba la descripción del bicho, lo que le llevó a preguntar al profesor de que coño se reía un animal con las características descritas.

Para tratar del paro con rigor hay que tener en cuenta que el total de parados ha aumentado a lo largo del año, aunque sea menos, hasta situar el porcentaje del desempleo en más del 26 por ciento de la población en edad laboral; asimismo ha de considerarse el número de los trabajadores que han emigrado por falta de empleo, lo que alivia la relación porcentual; que una cifra alta de trabajadores ni siquiera van ya a las oficinas del INEM porque han sido presa de una desesperanza y depresión que entra en la descripción de la enfermedad (por cierto ¿cabe en la figura del delito de denegación de auxilio por parte del Gobierno este resultado del paro producido por su política esclavista?); que los contratos precarios, que dejan el año salarial reducido a poco más que nada, han crecido exponencialmente, con lo que estamos ante trabajadores en la frontera del hambre, lo que nos hace dudar si a eso se puede denominar empleo seriamente; que el paro mengua estacionalmente, lo que lleva a recrecer el desempleo pasadas las «fiestas» que hacen el milagro de una limosna... En fin ¿de qué se ríe el Sr. Rajoy?