Amparo LASHERAS
Periodista
AZKEN PUNTUA

Pasado, presente y, sobre todo, futuro

Cuando el pasado regresa, el presente se desorienta y el futuro se preocupa. No sé si la metáfora del tiempo tiene cabida en estas líneas. La he escrito porque es un reflejo de mi estado de ánimo ante las últimas acometidas policiales del Estado español.

De entrada, me está sirviendo de parapeto para aplacar el disgusto, la indignación y la desazón con que me siento ante el ordenador cuando en realidad quisiera salir corriendo. La detención de los interlocutores de EPPK, en medio de un despliegue de la Guardia Civil muy mediático, después de conocerse las conclusiones del debate interno y tres días antes de la movilización de Bilbo, sin ser el pasado, se le parece tanto que asusta al presente. Que la Fiscalía de la Audiencia Nacional haya pedido la prohibición urgente de la iniciativa de Tantaz Tanta, alegando que es una continuidad de Herrira al servicio de ETA, sigue sin pertenecer al pasado pero desorienta al presente porque se escribe en los mismos términos con que los jueces de la AN han justificado, durante años, la prohibición de otras importantes convocatorias. La línea entre ayer y hoy se difumina hasta desaparecer cuando el PNV critica la operación policial, reconoce la existencia de un proceso de «paz» y, en la práctica, como siempre, colabora con la Guardia Civil reprimiendo duramente la protesta contra las detenciones. Hoy, al escribir estas líneas, el sábado es todavía futuro. Sobre él se cierne la incógnita de la prohibición y lo miro con la preocupación de qué pasará. Sin embargo, sea cual sea la resolución de la AN, la única respuesta con porvenir a tanto pasado y a tanto presente desorientado es acudir a Bilbo a defender derechos, los de los presos, y el futuro.