Gloria REKARTE
Expresa
AZKEN PUNTUA

No es tiempo de silencio

El Gobierno español tiene prisa. Tiene mucha prisa. Necesita, y cuanto antes, volver al pasado. Resituarse en un escenario de confrontación, en el único escenario en el que sabe desenvolverse y desde el que justifica su propia violencia, el autoritarismo franquista que, lejos de perder terreno, lo ha labrado y abonado con comodidad, con todo el apoyo recabado mientras la criminalización ahogaba y descalificaba cualquier oposición.

Confrontación, ese espacio hecho de cargas policiales, pelotazos, golpes, ambulancias y heridos, era lo que buscaban también al prohibir la manifestación de este último sábado. No pudo ser: 130.000 personas inundaron las calles de Bilbo para gritar, pacíficamente, en una manifestación que debía ser silenciosa y tampoco pudo serlo. Quizás, seguramente, porque no es momento para el silencio. ¡Ha habido ya tanto, tanto silencio! El silencio que ha tapado, voluntaria y conscientemente, la tortura, las denuncias, las reivindicaciones más legítimas; las vulneraciones de derechos, las voces que exigen solución. Silencio mordaza, silencio tibieza, silencio pacto. Silencio cómplice.

La apuesta del Gobierno español por la regresión y el conflicto debe enfrentar una respuesta aun mayor por la resolución y la paz. Una respuesta que exige a agentes y fuerzas políticas consciencia, responsabilidad y compromiso. Eso es lo que la sociedad vasca no quiso callar en las calles de Bilbo. Porque ya no queda espacio para la indecisión, ni tiempo para el silencio.