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Análisis de futuro

Corporación Mondragón: Un debate de interés público

Los autores entienden que el debate abierto dentro del seno de la Corporación Mondragón sobre su futuro tiene interés público, lo que quiere decir a su juicio, que «hay razones que justifican la apertura de este debate político y social».

La Corporación Mondragón ha transmitido que «un equipo integrado por responsables de diferentes cooperativas y áreas de la Corporación será el encargado de realizar una valoración de la situación de partida, identificar las líneas de actuación clave y dibujar la hoja de ruta a seguir en los próximos años».

A pesar de las dificultades del momento, parece evidente la necesidad de compaginar la prudencia a la hora de abordar decisiones estructurales en tiempos de crisis con la urgencia de iniciar la necesaria reflexión sobre determinados aspectos críticos del funcionamiento de la Corporación.

Aunque quizás dentro de ciertos entornos de la Corporación pueda resultar sorprendente, lo cierto es que las características y repercusiones de este debate conciernen de forma directa a nuestras instituciones públicas, Gobierno y Parlamento. Y, por razones equivalentes, justifican la apertura, en paralelo, de un debate social y político en el conjunto de la sociedad y de las instituciones vascas.

Son diversas razones que justifican la apertura. Por un lado, por supuesto, la dimensión de las repercusiones que la actual crisis de la Corporación tiene sobre la economía y la sociedad vasca. Entre Fagor Electrodomésticos, Eroski, empresas filiales y proveedores, nos situamos en un entorno cercano a los 15.000 puestos de trabajo. Si a ello añadimos los efectos indirectos sobre distintas cadenas de valor empresariales, el impacto potencial sobre el conjunto del País Vasco es, sin duda, enorme y ello evidencia por sí mismo el carácter de interés público de las decisiones a tomar.

Por otro lado, la supervisión del gobierno de todo tipo de empresas es, evidentemente, una cuestión política que compete al conjunto de la sociedad. Esta es la razón de que los esquemas organizativos básicos de las mismas se regulen a través de disposiciones legislativas y reglamentarias. En el caso del País Vasco, esto es especialmente claro en el ámbito de las sociedades cooperativas, cuya regulación es competencia exclusiva de las comunidades autónomas.

Finalmente, el gobierno de las grandes empresas -y, muy en particular de aquellas de carácter «sistémico»- es un ámbito de gestión política de cada vez mayor trascendencia en todos los países occidentales. Los gobiernos se preocupan cada vez más de vigilar y supervisar la eficiencia del gobierno corporativo de las grandes empresas, incluyendo regulación legislativa, reglamentaria, códigos de gobierno corporativo, etc.

La evolución de la organización interna de la Corporación Mondragón es, por lo tanto, un tema de interés público y de responsabilidad política de nuestras instituciones, como lo es el gobierno corporativo de otras grandes empresas.

Esto significa que existe también un interés y una responsabilidad del conjunto de la sociedad vasca con respecto a este proceso, siempre con el necesario respeto a los ámbitos de autonomía de decisión de las empresas.

Es evidente que la Corporación Mondragón, como cualquier empresa privada, está legitimada para organizar por sí misma sus propios procesos de reflexión. Como también es evidente que la sociedad vasca en su conjunto -universidades, expertos, sindicatos, medios de comunicación y grupos políticos- puede y debe abrir sus propios procesos de reflexión y debate al respecto, en el indicado contexto de respeto mutuo. En procesos de estas características es esencial que, desde el primer momento de lanzamiento de los mismos, estén presentes el conjunto de intereses afectados.

En este sentido, parece un síntoma positivo que en el comunicado de la Corporación Mondragón el equipo de debate a constituir no se ubique en el seno del Consejo General, órgano de dirección de la Corporación. Los directivos pueden y deben liderar la elaboración de estrategias, pero no pueden ni deben asumir el liderazgo -ni siquiera la iniciativa- en el análisis y y decisión sobre materias de gobierno corporativo. La razón de ello es evidente. Por mucha que sea su capacidad técnica, son parte directamente interesada en un determinado enfoque de estos problemas. De ahí que, en las sociedades de capitales, esta iniciativa y responsabilidad quede asignada a accionistas organizados o de control.

El problema es, lógicamente, más complejo en el caso de las grandes cooperativas o grupos cooperativos. En teoría, deberían ser los órganos sociales representantes de los socios quienes asumieran esta función de iniciativa y seguimiento del gobierno corporativo de la empresa. Sin embargo, esto no es posible en muchas cooperativas, como consecuencia de la falta de independencia de los órganos de control con respecto al ejecutivo. Todo ello es una de las razones básicas de de que, en grandes cooperativas o en grupos cooperativos, resulte esencial disponer de instrumentos de análisis y debate social, de capacidad de crítica y de reflexión abierta. La imprescindible organización y disciplina en la gestión empresarial debe necesariamente compaginarse con el debate abierto, libre e independiente en materias institucionales y de gobierno corporativo.

Todo ello debe permitir un debate permanente, serio y objetivo, sobre los mecanismos de gobierno corporativo de la Corporación Mondragón. Reflexión y debate que, como decimos, debe abrirse en paralelo en el Parlamento Vasco y/o en la sociedad vasca desde la perspectiva de asegurar que los intereses generales de la comunidad son tenidos en cuenta, de forma coherente con el carácter de interés público de la reflexión abordada y con el respeto a la autonomía de decisión interna de las empresas.