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Brahimi reconoce el escaso balance de Ginebra pero destaca que es un comienzo

El mediador en las conversaciones entre el Gobierno sirio y la oposición, Lakhdar Brahimi, reconoció los «modestos resultados» de la conferencia de Ginebra II, que apenas ha conseguido más que sentar a ambas partes a la mesa, pero destacó que es un comienzo.

Durante el tiempo en el que el Gobierno sirio y la oposición han participado en las negociaciones que se llevan a cabo en Ginebra sin apenas más avances que el hecho de sentarse en la misma mesa, casi 1.900 personas han muerto en bombardeos y combates en el país.

El mediador de la ONU, Lakhdar Brahimi, afirmó que la primera ronda de la conferencia de Ginebra II, que concluyó ayer, fue «un comienzo modesto, pero un comienzo sobre el que se puede construir».

Brahimi señaló como aspectos positivos que hubo «algunos puntos de convergencia» y subrayó el hecho de que «las dos partes han tomado el hábito de sentarse en la misma habitación». Reconoció que «fue un comienzo muy difícil» y que no tenía duda «de que las posiciones importantes se encuentran muy alejadas».

El Gobierno y la oposición han mostrado sobre todo sus profundos desacuerdos. Damasco insiste en la necesidad de luchar contra el «terrorismo» y la oposición clama por la transición política que el Gobierno «está obligado a negociar».

También un alto responsable estadounidense, bajo anonimato, se felicitó del comienzo del diálogo en Ginebra. «Lo más importante es que el proceso comience, toda la semana las dos partes han permanecido en la misma habitación, eso está lejos de ser insignificante», opinó. Con todo, advirtió de que «no es razonable esperar resultados rápidos y no creo que en la segunda sesión se vayan a producir»

En principio, las negociaciones se retomarán el próximo 10 de febrero.

Pero la delegación gubernamental insinuó la posibilidad de no volver. «Hemos pedido instrucciones para saber si volveremos a Ginebra», declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Walid Muallem. «El presidente Bashar al-Assad leerá nuestro informe, discutirá con nosotros y el Gobierno, y tomaremos una decisión», señaló.

El ministro de Información, Omran al-Zohbi, también quiso mostrarse contundente al asegurar que «ni en esta ronda ni en la próxima, no podrán obtener ninguna concesión de la delegación siria».

Por su parte, el líder de la oposición, Ahmd Yarba, acusó al Gobierno de no tener «un compromiso serio» en la negociación, y advirtió de que la rebelión armada continuará mientras el poder siga agrediendo a la población siria. Yarba visitará el martes Moscú en su primer viaje oficial a Rusia.

La ayuda espera en Homs y entra en Yarmuk

En Homs, feudo rebelde asediado por el Ejército, el convoy de la ONU con toneladas de ayuda humanitaria para unos 2.500 civiles sigue esperando a que Ejército e insurgentes acuerden llevar a la práctica el pacto para permitir un pasillo humanitario. En el campo de refugiados palestinos de Yarmuk, en cambio, por segundo día consecutivo un convoy de la ONU pudo entrar, y la agencia para los refugiados ACNUR distribuyó 980 raciones que se suman a las 1.026 de la víspera, según el portavoz Chris Guness. Cada ración es suficiente para mantener durante diez días a una familia de ocho personas. Pero según Guness, las personas que necesitan ayuda se cuentan por decenas de miles, incluidos los 18.000 palestinos. Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 87 personas han muerto de hambre o por la falta de atención médica desde el comienzo del asedio al campo. En 2011, vivían casi 150.000 palestinos y otros tantos sirios y al comienzo de la guerra muchos más encontraron refugio en una relativa calma. Pero se transformó en campo de batalla y el Ejército impuso un bloqueo total. Según algunos testimonios, los habitantes se han visto obligados a comer hierba, gatos o perros. GARA