Joseba SALBADOR

La plantilla de Unipapel celebra el acuerdo para no trasladar la producción

Los trabajadores de Unipapel celebraron ayer el acuerdo alcanzado con la multinacional Adveo para no trasladar la producción a Logroño y no ejecutar despidos ni rebajas salariales, y anunciaron que ahora se abre una nueva fase de negociación sin la amenaza de medidas traumáticas.

El ambiente que se respiraba a primera hora de la mañana de ayer a la entrada de la planta de Unipapel de Aduna no tenía nada que ver con el que se vivió a lo largo de toda la semana, con momentos de tensión como los registrados el lunes, cuando la dirección de la multinacional Adveo -que ha vendido el negocio al fondo de capital riesgo Springwater- enviaba tres camiones para llevarse material de la empresa pese a que sus 84 empleados se encontraban en huelga.

Sin embargo, y tras el acuerdo alcanzado en la mañana del jueves, los trabajadores no ocultaban ayer su satisfacción y, al tiempo que regresaban a sus puestos, explicaban en una rueda de prensa los detalles del pacto, que fue refrendado por 51 de las 56 personas que asistieron a la asamblea celebrada nada más terminar el encuentro con la dirección.

Los representantes de los trabajadores en dicha negociación, Laida Zubillaga (LAB) y Mikel Zabaleta (ELA), explicaron que la dirección se ha comprometido a no trasladar a otras plantas la producción de los sistemas de archivo y a no ejecutar despidos ni rebajas salariales durante el próximo año y medio. Así, la próxima semana comenzará una nueva fase de negociaciones, en la que la dirección y la representación de los empleados, de manera conjunta, «buscarán medidas acordadas y no traumáticas, sobre todo por la vía de las prejubilaciones, para garantizar la viabilidad de la planta de Aduna».

«Si lográramos llegar a un acuerdo, los puestos de trabajo y las condiciones laborales se garantizarán en un plazo más amplio», dijeron.

Tanto Zubillaga como Zabaleta destacaron que «en pocas semanas ha habido un cambio muy importante», ya que «hemos pasado de opciones unilaterales a otras acordadas, de medidas traumáticas a medidas pacíficas, del desmantelamiento de la planta a compromisos de mantener la producción en Aduna y, en definitiva -añadieron-, a que se respete la opinión de los trabajadores».

Atribuyeron este cambio a la lucha desarrollada por los trabajadores. «La lucha obrera -dijeron- es la única herramienta que hace posible que consigamos nuestros objetivos».

Por último, quisieron agradecer a todas las personas que les han mostrado su apoyo en los últimos días, en especial a los empleados de Antalis, empresa del sector que sigue en conflicto por el mantenimiento de la actividad, así como al Ayuntamiento de Aduna y a los militantes de ELA y LAB.