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Leopoldo López se entrega a la Policía asumiendo el papel de mártir opositor

El opositor venezolano Leopoldo López, buscado desde hace una semana por «homicidio» y «terrorismo», se entregó ayer a la Policía arropado por una manifestación en Caracas, a la vez que otra marcha de trabajadores del sector petrolero respaldó al Gobierno de Maduro.

El opositor venezolano Leopoldo López, que se encontraba en busca y captura por los incidentes del pasado miércoles al término de una marcha en los que hubo tres muertos y decenas de heridos, se entregó ayer a la Policía en Caracas, después de una semana huido, arropado por sus partidarios en otra jornada de movilizaciones. López atrajo el foco mediático sobre su detención presentándose como mártir opositor, y, antes de subir al furgón policial, afirmó que «mi encarcelamiento infame será útil» si permite a «Venezuela despertar definitivamente».

Previamente había aparecido sobre una estatua de José Martí, vestido de blanco y con una bandera venezolana en la mano, denunciando una justicia «injusta» y «corrupta».

Un tribunal de Caracas dictó una orden de captura contra López el pasado miércoles, al acusarle de múltiples cargos, entre ellos, homicidio y terrorismo. El presidente del país, Nicolás Maduro responsabilizó personalmente a López de los incidentes y le pidió que se entregara tildándole de «fascista».

Pese a la jornada de tensión que vivió ayer Caracas no hubo incidentes durante las marchas que congregaron a los opositores por un lado, y a miles de trabajadores de la petrolera estatal venezolana (Pdvsa) por otro. Liderados por el ministro de Petróleo y Minas, y vicepresidente del Ejecutivo para asuntos económicos, Rafael Ramírez, quien calculó entre 30.000 y 40.000 el número de asistentes, la marcha recorrió los alrededor de 7 kilómetros que separan la casa de Gobierno de la Plaza Venezuela.

Al finalizar, Maduro reveló que el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, trasladó a López a una cárcel en las afueras de Caracas conduciendo su propio automóvil. El gobernante aseguró que se llegó «a un acuerdo amigable para cumplir la ley» entre el Gobierno y el dirigente opositor «y Leopoldo López aceptó entregarse en paz a la justicia venezolana».

El presidente también insistió en que existe un plan de EEUU para generar conflictos en Venezuela que terminen en un golpe de Estado. La estrategia de López de enfrentamiento y movilizaciones en la calle para expulsar al Gobierno venezolano ha arrinconado al hasta ahora líder opositor, Henrique Capriles, que no la comparte, aunque ayer estuvo presente en la marcha que le arropó durante su detención. .

Disputa opositora

Capriles había considerado un «gran error» plantear la expectativa de que se podía acabar con el Gobierno a través de las manifestaciones y se refirió indirectamente a López y a la diputada María Corina Machado, señalando que «esto no es un tiempo ni para figurar, ni para agenda personal, ni estamos decidiendo quién va a ser candidato presidencial, ni quien va a ser el jefe de la oposición (...) Aquí el tema es ver cómo salimos de este caos en el cual nos metió el Gobierno».

López, inhabilitado para ejercer cargos políticos, tiene un largo historial antichavista. Hijo de familia acomodada de tradición política, se ha formado en EEUU. En 1998 ya fue inhabilitado en una primera ocasión acusado de haber recibido fondos de la compañía petrolera PDVSA para financiar su partido. Durante su mandato como alcalde de Chacao fue acusado de desvío de fondos y corrupción. Expulsado en 2009 del partido Nuevo Tiempo, al que se sumó en 2007, fundó Voluntad Popular, que cuenta con el mayor número de municipios opositores.

Maduro destituye al director del Servicio de Inteligencia

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, destituyó al general Manuel Bernal como director del Servicio de Inteligencia (Sebin), por incumplir la orden de acuartelarse el pasado día 12, cuando tras unas marchas opositoras hubo tres muertos en violentos incidentes. Maduro admitió el domingo que «un grupo de funcionarios del Sebin incumplieron directamente las órdenes del director de acuartelarse y nadie salir a la calle. Las únicas policías y funcionarios que debían estar en las calles, como estuvieron conteniendo la violencia, era la Policía Nacional y la Guardia Nacional (policía militarizada) en una segunda línea», indicó. GARA