Joseba VIVANCO
Visita en Sevilla

Marcar primero puede darles los tres puntos a los leones

El conjunto bético es, junto a Osasuna, el único que no ha logrado sumar ningún punto tras encajar el primer gol del partido en esta temporada.

BETIS - ATHLETIC

El Benito `Polvorín' bético es eso, un polvorín al que el Athletic hoy, en horario de esa sagrada siesta que denostaba estos días ``The New York Times'', puede prender la mecha definitiva que lo haga despertar sobresaltada de un mal sueño. Y para conseguir su objetivo, los de Ernesto Valverde bien harían en adelantarse en el marcador, sobre todo porque la estadística es demoledora con los verdiblancos cuando se ponen por debajo en el marcador. Junto a Osasuna, el Betis es el único equipo que no ha logrado ningún punto tras encajar el primer gol del partido en esta Liga. Es más, prueba de que ante la adversidad este conjunto suele bajar los brazos es que, desde su última remontada, ha cosechado 6 empates y 29 derrotas en los 35 partidos que empezó perdiendo.

Txingurri respondía en la previa que en la delicada situación que atraviesa el Betis, «cada gol en contra en un mazazo grande», pero tampoco el entrenador rojiblanco se fía porque «la historia está salpicada de equipos a los que se daba por descendidos y luego se han salvado. Estos equipos sacan muchos puntos al final». En cambio, el Betis parece ahora mismo todo menos un plantel conjurado, con una marejada institucional que lo copa todo y una afición que a la mínima la toma con jugador y directivos.

A pesar de ello se agarra a las matemáticas y el argentino Gabriel Humberto Calderón, tercer entrenador de la temporada tras Pepe Mel y Juan Carlos Garrido, al primer tiempo que hicieron ante el Rubin Kazan el jueves. No obstante, sabe que el Athletic también se juega mucho y sabe que no será sencillo. «El Athletic tiene un ritmo de los más altos de la Liga. Hay que correr como ellos para poder ganar», sostuvo ayer.

La esperanzadora vuelta de Iturraspe a la medular se ha visto empañada no obstante por la triste baja de Ibai Gómez, a la que hay que sumar la de Aduriz, los dos máximos artilleros rojiblancos este curso, con lo que será la hora de un Kike Sola hasta ahora una incógnita.

En la expedición a Sevilla Ernesto Valverde se lleva como suplentes a tres centrales -incluso aunque decida como precaución dar entrada a San José por Laporte- y como revulsivos ofensivos que tanto le gustan tan solo al joven goleador Guillermo y parece lógico a De Marcos, porque dejar a Iraola en el banquillo supondría plagarlo de defensas y ningún recurso atacante para la segunda mitad.

«¿Quién va al arco? El gordito, como siempre»

Si hay un guardameta que ha forjado esas trece columnas de Hércules que pintan en vertical la camiseta del Betis ese no es otro que José Ramón Esnaola. Pero si hay un arquero que le ha dado una Liga a los béticos ese es otro vasco, de nombre Joaquín Urquiaga Legarburu, natural del barrio bilbaino de Zorroza (1910-1965) y apodado `El Chavo Gordo' por dos razones: porque la mayor parte de su carrera futbolística la desarrolló en México y por sus más de cien kilos de peso. Llegó al Betis en la temporada 1932-33, procedente del Barakaldo. En sus 4 años allí se convierte en indiscutible, alzando no solo el título liguero de 1935 sino el Trofeo Zamora. Ese año ficha por el Barcelona, pero no llega a debutar al estallar la guerra. Aprovecha la posterior gira azulgrana por EEUU y México para quedarse en este segundo país. Un periodista de la revista «As de Futbol» escribió acerca de él: «Cuando asistimos al debut del equipo catalán y vimos en la portería la enorme y obesa humanidad de Urquiaga, confesamos que nos invadió un pesimismo humorístico». No en vano llegó a pesar 120 kilos, aunque demostró una gran agilidad bajo palos. Defendió los colores del Asturias y del Veracruz y como técnico dirigió al Veracruz y al Tampico. Falleció en México en 1965 el hombre por el que los periódicos locales se preguntaban: «¿Quién va al arco? El gordito, como siempre». J.V.