Joseba VIVANCO

Clasificación... manquejueguen

Despropósito de partido de los rojiblancos, que sufrieron por la victoria hasta el final a pesar de jugar hasta con dos hombres más.

BETIS 0

ATHLETIC DE BILBAO 2

De igual manera que le ponían a Franco los salmones gallegos y a Felipe II las bolas del billar, así le puso el Betis el triunfo a un Athletic que amodorrado en plena hora de la siesta, necesitó hasta de la bienvenida ayuda arbitral para llevarse tres puntos que saben a gloria, máxime tras contemplar la paupérrima imagen que dieron los rojiblancos ante un desahuciado colista. La estadística decía que con el trencilla Gil Marín los leones no perdían un partido, y el colegiado decidió no contradecirla y le escamoteó dos penaltis a los béticos; la misma estadística decía que con el joven Guillermo Fernández en la convocatoria los bilbainos no perdían, y el cachorro tuvo que salir faltando diez minutos para marcar el segundo gol de la tranquilidad en el primer balón que tocaba.

El Athletic dejó claro que atraviesa un bajón. De ideas, de frescura y por ende de juego. La dudosa imagen ofrecida ante el Celta y Espanyol estaba disculpada por el potencial mostrado por los rivales, pero el dibujo trazado ayer se asemejó a una caricatura que requiere de aire fresco porque las sensaciones, las malas, no se despejaron; al contrario, si uno echa un vistazo al vecino realista, que ya asoma por el retrovisor, sus tendencias no corren paralelas.

En la primera mitad lo único potable fue la lucidez de Muniain para tirar el penalti -¿cometido dentro?-, señalado sobre Sola -que falló un mano a mano al minuto 9- justo después de no hacer lo propio en un pisotón de Balenziaga sobre Rubén Castro en el área de Iraizoz. Y todo ante un rival andaluz en el que como el chiste «van un madrileño, un polaco, un francés y un catalán... ¿Lo pillas? ¿No? Pues la defensa del Betis tampoco». Porque el beticismo lleva en sus genes pasar de golpe de ser el `Eurobeti' a ser el `Currobeti' que sale manteado del coso. Ar Beti le gusta vivir en el alambre y ahora el hedor a Segunda se torna insoportable. Y a pesar de las facilidades dadas o de las salidas toreras del central de N´diaye, los rojiblancos anotaron como bagaje ofensivo en 45 minutos un remate poco ortodoxo de San José fuera y un chutín made in Herrera desde la frontal a las manos de Adán.

A la ventaja mediatizada por el colegiado con la que se fueron los leones al descanso colaboró también el central bético Perquis, que se autoexpulsó con una doble amarilla por una dura entrada a Balenziaga a la altura de los banquillos. Desquiziado, como está la entidad verdiblanca, a perro flaco todo son pulgas y más aun cuando en el segundo tiempo, en el minuto 57, su compañero Lolo Reyes tomaba el mismo camino en una expulsión, esta sí, algo rigurosa.

Con un gol en el zurrón y dos hombres más, era de esperar que los leones enderezaran el esperpento perpetrado en esos primeros minutos tras la reanudación. Como el chiste, «van uno de Abadiño, otro de Eibar, otro de Cascante... ¿Lo pillas? ¿No? Pues el Athletic tampoco».

Continuas pérdidas de balón que provocaban sucesivas contras béticas, Mikel Rico erigiéndose en inusual capitalizador del balón rojiblanco, el pequeño Cedric ganando cada batalla... Un penalti no pitado por mano de Balenziaga... La segunda expulsión bética debería haber servido para serenar el despropósito de los de Valverde, pero ni por esas. De mal en peor.

Como alguien dijo, «la cancha es un embudo y en la boca del embudo, está el área». Pues el Athletic seguía derramando por los bordes. Juego insulso, arítmico, cansinos pases horizontales cuando no retrociendo metros, nadie arriba arriesgaba en el uno contra uno, ni un intento de jugada para crear superioridades por banda, un apático Iturraspe al paso, Susaeta que no quería saber nada del partido, Iraola otro tanto, Herrera se dedicaba al juego de salón pero sin profundidad alguna, Sola ni se despeinaba... Y Gurpegi sufriendo atrás con cada balón a Cedric, cuando no el Betis llegaba al área de Iraizoz en un tres para tres y ya con 9 jugadores.

Urgía alguien con dotes de balón en la sala de máquinas y alguien con una pizca de atrevimiento arriba. Y Valverde movió fichas. Lo hizo demasiado tarde, pero dio réditos. De Marcos entró por Rico en el 67 para posibilitar a Herrera retrasar su posición y orquestar el juego rojiblanco y apostó por Guillermo en lugar de Muniain en el 79 para fijarlo en banda. Un minuto después, Susaeta se atrevía con su primer cara a cara, centraba y en el poste contrario el joven cachorro remataba impecable de cabeza a la red. Su primer gol como `con los mayores' en el que era su tercer partido con el primer equipo. Respiraron sus compañeros, respiró Valverde, respiró la afición rojiblanca... Respiró el cuarto puesto. Cierto exleón decía hace unos días que entrar en Champions se merecería sacar la gabarra. A este paso, está de que sí... manquejueguen.

Valverde: «Si queremos seguir ahí hay que mejorar»

«Partido feo a grandes rasgos», fueron las primeras palabras de un nada efusivo Ernesto Valverde. «Hemos jugado contra nueve y la sensación era que el partido estaba igualado. Nos hemos ido parando, parando... El partido estaba abierto y podían empatar», reconoció el técnico rojiblanco, que asumió que «hemos sacado partido de las desgracias del Betis». Valverde criticó el «ritmo lento» de los suyos en la segunda mitad, quiso desdramatizar la mala imagen de su equipo alegando que «cuando jugamos contra once y equipos que nos exigen, damos todo, y al revés». Txingurri sí que dio un toque de atención a sus delanteros, «que nos podían haber dado bastante más». Y avisó: «Si queremos seguir optando tenemos que mejorar cosas». J.V.