El protagonismo de la crisis en Ucrania se traslada a Crimea

La república autónoma de Crimea, poblada por una mayoría rusófona e históricamente vinculada a Rusia, cobró ayer protagonismo en la crisis de Ucrania con el recrudecimiento de las tensiones entre los partidarios y detractores de las nuevas autoridades instaladas en Kiev. Los manifestantes de la plaza de la Independencia dieron luz verde al nuevo Gobierno, que liderado por Arseni Yatseniuk se presentará hoy, mientras Moscú ponía en alerta a sus tropas cercanas a la frontera común.

Miles de personas se reunieron ayer ante la Rada Suprema (Parlamento) de Crimea en Simferopol, donde se produjeron algunos enfrentamientos y un hombre falleció de un ataque el corazón. Por un lado, manifestantes prorrusos que exigían un referéndum sobre el estatus de Crimea y, por otro, los tártaros, comunidad musulmana deportada por Stalin que defiende la unidad territorial de Ucrania. Por unas horas, este enclave de habla rusa, y donde el rechazo a las nuevas autoridades instaladas en Kiev tras la destitución de Viktor Yanukovich es mayoritario, centró el protagonismo de la crisis ucraniana.

Los manifestantes tártaros pretendían impedir la sesión parlamentaria al considerar que la mayoría prorrusa se proponía abogar por la separación de la península de Crimea, la única república autónoma de Ucrania y cuya importancia estratégica radica en que allí, en la ciudad de Sebastopol, está la principal base de la flota rusa en el Mar Negro. Los rusos de Crimea -donde viven un 60% de rusos, un 25% de ucranianos y un 12% de tártaros- acusan a los nacionalistas de Kiev y a las regiones occidentales de querer eliminarlos culturalmente.

Según medios locales, en las inmediaciones de la Rada en Simferopol, donde desde la noche del martes ondea la bandera rusa en lugar de la ucraniana, se registraron enfrentamientos, con lanzamiento de todo tipo de objetos, entre ambos grupos, separados por un cordón policial.

Pero el presidente de la Cámara, Vladimir Konstantinov, rechazó que se fuera a tratar una eventual secesión de Crimea, ya que el objeto del debate -finalmente aplazado- era cómo responder ante el nuevo Gobierno de Kiev.

Mientras, en Sebastopol, ayer asumió el cargo de alcalde provisional Alexei Chali, nombrado el lunes por los manifestantes prorrusos que se concentran desde el fin de semana en su céntrica plaza. También el alcalde de Yalta presentó su renuncia para prevenir la división de la ciudad.

Una de las primeras decisiones de Chali fue crear un centro «antiterrorista» para coordinar las funciones de los órganos de autodefensa de la ciudad ante posibles amenazas, informó Efe. La Policía y agrupaciones civiles montaron puestos de control en los accesos a la capital para impedir la entrada de vehículos «sospechosos» y organizaron patrullas para proteger edificios y monumentos.

El domingo, más de 50.000 personas se manifestaron en sus calles para protestar contra las nuevas autoridades de Kiev, lo que llevó al ministro interino de Interior, Arsen Avakov, a desplazarse hasta Crimea para calmar los ánimos. Ayer ordenó a las fuerzas de seguridad de Crimea no provocar conflictos con la población civil y hacer todo lo necesario para evitar enfrentamientos con las fuerzas prorrusas.

Alerta de las tropas rusas

Pero la tensión en la zona lejos de disminuir aumentó con la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de ordenar la puesta en alerta de las unidades militares del oeste y el centro del país con el único objetivo, según explicó su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, de comprobar su capacidad de combate. Shoigu aseguró que ese ejercicio urgente, que durará hasta el 7 de marzo y movilizará a 150.000 soldados, no está relacionado con los acontecimientos de Ucrania, pero agregó que Rusia tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus bases en el extranjero, incluida la de Sebastopol.

Sus palabras coincidieron prácticamente con una declaración de los expresidente de Ucrania Leonid Kravchuk, Leonid Kuchma y Viktor Yushchenko, que denunciaron la «injerencia» de Rusia en los asuntos internos ucranianos, en particular su «intervención directa en la vida política en Crimea».

Por otro lado, el Maidan, bastión opositor ucraniano durante las protestas contra Yanukovich, aprobó ayer la composición del Gobierno de Unidad Nacional con Arseni Yatseniuk como primer ministro. Los líderes de los manifestantes propusieron al Parlamento que apruebe hoy la candidatura de Yatseniuk y del resto de componentes del Ejecutivo que dirigirá este país hasta las elecciones presidenciales del 25 de mayo.

Varios de los nombres más destacados del Maidan, tal y como había pedido Yatseniuk, asumirán, si reciben el beneplácito de la Rada, cargos en el Gobierno, como es el caso de la médico del Maidan Olga Bololomets, que será viceprimer ministra encargada de Asuntos Humanitarios, y Dmitri Bulatov, secuestrado y torturado, que se encargará de Deportes y Juventud.

Ayer, el presidente interino, Aleksandr Turchinov, asumió el cargo de comandante supremo de las Fuerzas Armadas ucranianas, según el decreto publicado en su página web.

Disolución de los «Berkut»

Las nuevas autoridades ucranianas no esperaron a la formación hoy del nuevo Gobierno para anunciar la disolución del cuerpo de policía antidisturbios «Berkut» (Águila), tan odiado como temido y utilizado para reprimir las protestas contra Yanukovich.

El partido ultraderechista Svoboda presentó el domingo un proyecto de ley en ese sentido.

A finales del año pasado, los destacamentos «Berkut», que no tenían un mando unificado sino que estaban subordinados a las delegaciones regionales del Ministerio de Interior, contaban con unos 4.000 efectivos.

Por otro lado, Ucrania ha solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo plan de asistencia financiera, según desveló ayer el gobernador del Banco Nacional de Ucrania (NBU), Stepan Kubiv, quien dijo esperar que el nuevo Gobierno adopte su propio programa de medidas «anticrisis» entre hoy y mañana.

Asimismo, el nuevo gobernador del instituto emisor ucraniano indicó que la entidad tomará medidas para tratar de frenar la fuga de depósitos que registra el país y que se ha acrecentado a raíz de los disturbios que desembocaron en el derrocamiento de Victor Yanukovich, y que no tiene previsto intervenir en el mercado de divisas para defender la cotización de la grivna, que ayer cayó a mínimos históricos frente al dólar y el euro.

Orden internacional de busca y captura contra Yanukovich

La Fiscalía General de Ucrania dictó ayer una orden internacional de busca y captura contra el destituido presidente Viktor Yanukovich, que se encuentra en paradero desconocido desde el pasado sábado, cuando huyó de Kiev, y al que se acusa de «asesinato masivo» por el uso de la fuerza por parte de los efectivos policiales contra los manifestantes.

El fiscal general de las nuevas autoridades, Oleg Majnitski, agregó que se ha emitido otra orden internacional de detención contra el depuesto ministro de Interior, Vitali Zajarchenko, a quien responsabilizan de haber dado la orden de reprimir las manifestaciones antigubernamentales en Kiev que precedieron a la caída de Yanukovich.

Explicó que el Ministerio de Interior y el Servicio de Seguridad de Ucrania han recibido la orden de encontrar a Yanukovich y a Zajarchenko y llevarlos ante la Justicia para su procesamiento.

Previamente, la Rada Suprema había pedido al Tribunal Penal Internacional de La Haya que procese a Yanukovich y a otros altos cargos de su Administración por crímenes contra la Humanidad.

El ministro de Interior en funciones, Arsen Avakov, reconoció que no se ha buscado activamente al expresidente en la península de Crimea, donde fue visto por última vez, por miedo a provocar allí el estallido de un conflicto. Algunas fuentes apuntan que se halla en el territorio de la base naval rusa en Sebastopol.

Oleg Majnitski anunció además que Kiev pedirá formalmente ayuda para rastrear las cuentas bancarias y bienes controlados por Yanukovich y su encuentro. GARA

La OTAN advierte sobre la inviolabilidad de las fronteras

Los ministros de Defensa de la OTAN elogiaron ayer a las Fuerzas Armadas ucranianas por no intervenir en la crisis política y reiteraron su apoyo a la integridad territorial, el desarrollo democrático, la soberanía y la independencia de Ucrania, al tiempo que advirtieron sobre la inviolabilidad de sus fronteras, en un velado aviso a Rusia, al considerar que son factores «claves» de cara a la estabilidad y la seguridad en Europa Central y del Este y de todo el continente.

«Una Ucrania soberana, independiente y estable, firmemente comprometida con la democracia y el Estado de Derecho es clave para la seguridad euroatlántica», defendieron los ministros en una declaración.

Los titulares de Defensa de la Alianza celebrarán hoy una sesión de la comisión OTAN-Ucrania, en la que se encarna su «asociación distintiva», y aseguraron que, a través de este marco de asociación, la OTAN «está dispuesta a asistir en la implementación de reformas» en este país. GARA