Oihane Mikeo Zabalo
Irakaslea
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«Ni banoa!». ¡Nos vemos todos los viernes!

Es imprescindible que cada cual implique a su entorno y traiga a gente nueva. Por eso digo «ni banoa» y tomo el compromiso de hacer que también mi entorno vaya

En 2014 y la dispersión aun continúa. ¡Quién lo hubiera creído! Han pasado 25 largos años desde que empezaron a aplicar esta medida carcelaria. No ha sido un camino fácil, y no solo porque cada fin de semana nos sumergimos en carreteras repletas de accidentes, sino que también lo estamos en enfermedades graves y sin asistencia sanitaria, aislamiento, visitas denegadas... En el hastag #resultadosdeladispersion de twitter hemos podido comentar lo que todo esto le supone y sugiere a cada cual, amor y odio cara a cara, tantas emociones a flor de piel. Pero ya va siendo hora de dejar atrás, de una vez por todas, este cuarto de siglo.

Miro hacia adelante y visualizo claramente un nuevo reto, pues ya ha llegado la hora de traer a todas y todos los presos y exiliados vascos a casa. Y así lo exijo cada viernes a las 20:00 en la plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz, sujetando un símbolo que reivindica la vuelta a casa de aquellos. No sería gran cosa si lo hiciera yo sola, pero somos muchas las personas que nos sumamos todos los viernes; cada cual por sus motivaciones. Todos y cada uno de nosotros somos necesarios en la reivindicación; somos tan plurales como los ríos que desembocan en la mar, y es allí donde nos unimos; es esto lo que nos hace tan especiales y fuertes, actuar por un objetivo común.

Estando allí de pie, suelo pensar: ¿Qué pensarán los de esa cuadrilla de ese bar al mirarnos, o la gente que estando de compras por el centro pasa a nuestro lado, o quien paseando se cruza con nosotros? ¿Tendrán alguna idea de esto que estamos haciendo? ¿No tendrán ellos también razones por las que estar junto a nosotros? Podría ser la solidaridad la que los hiciera venir, el desacuerdo con la vulneración de los derechos humanos, la oposición a la injusticia, el deseo de alcanzar una resolución al conflicto... Y es que quienes nos juntamos cada viernes ya nos conocemos, y es necesario que la participación aumente.

Tenemos que intentar implicar en las concentraciones de los viernes a nuestros amigos y amigas, a los conocidos con los que compartimos cualquier actividad a lo largo del día... para que acudan cada viernes; si los traemos a dichas movilizaciones, seremos mucho más fuertes, imparables, ya que tenemos gran capacidad sin tener que estar esperando a que alguien haga algo. Así pues, vayamos adelante por el camino contra la dispersión, pero en la dirección inversa esta vez: arranquemos el motor resolutivo para que a quien hasta ahora ha partido hacia Puerto, Lannemezan, Villabona... ahora vuelva de Algeciras, Castellón, Fleury... a casa.

Quienes creemos que hay que dar pasos, quienes queremos avanzar hacia una resolución, quienes queremos que se acabe con las políticas penitenciarias de excepción, tenemos muchas razones para participar en las concentraciones de los viernes. Es pequeño compromiso al lado de la cruda realidad que pretendemos cambiar, y por ello es imprescindible que cada cual implique a su entorno y traiga gente nueva. Por todo ello, digo ni banoa, y tomo el compromiso de hacer que también mi entorno vaya. Así que ¡nos veremos todos los viernes!