Segunda A | 30ª Jornada

Con la miel en los labios

El Eibar suma un punto que consolida su liderato y le permite aumentar distancias con varios de sus perseguidores. Los azulgranas se adelantaron con un gol de Jota pero no supieron cerrar el partido y el Hércules lo aprovechó para restablecer la igualada.

EIBAR 1

HÉRCULES 1

Es el peligro de firmar una temporada tan brillante como la del Eibar. Con cada nueva alegría se amplía el horizonte de las ilusiones y se eleva el listón de las satisfacciones, así que también crecen las posibilidades de llevarse un chasco.

De ahí que una jornada dulce hasta el empalague acabase agriándosele un tanto al Eibar, pese a que el punto que sumó frente al Hércules le mantiene al frente de la clasificación e incluso le permite ampliar distancias respecto a algunos de sus más directos competidores, como Recreativo o Sporting. Pero sonaban tan bien las cuentas de la lechera...

Aunque posiblemente la mayor parte del disgusto no se debió al uso excesivo de la calculadora, sino a la sensación de que los tres puntos podían haberse quedado en Eibar. Porque la escuadra armera fue superior a su rival y además hizo lo más difícil, adelantarse en el marcador. Pero el gol le sentó peor que al Hércules, que había necesitado más de una hora para enviar su primer remate entre los tres palos, aunque acabó llevándose un punto por un error puntual de los azulgranas y unos inhabituales minutos de confusión. De ahí el agridulce sabor de boca que dejó el encuentro.

Había comenzado de forma inmejorable. Pese a las novedades en la alineación, algunas sorprendentes -Arruabarrena se quedó en el banquillo, al igual que David Mainz, mientras Eizmendi, Capa y Urko Vera regresaban al once después de muchas jornadas para acompañar a Jota en la búsqueda del área visitante-, el Eibar echó tierra sobre lo sucedido una semana antes en Alcorcón, ofreciendo una versión mucho más reconocible. Quiso hacerse con el control del partido y lo hizo, ante un Hércules que ni se acercó a saludar a Xabi, afanado en proteger a su portero. Lo consiguió a ratos pero la grada cantó gol en un par de ocasiones. Sobre todo con una volea de Jota que se fue cerca del palo y más aún, en el último suspiro del primer tiempo, con un remate cruzado de Yuri que se estrelló en la base del poste antes de pasearse paralelo a la línea de gol.

El descanso no interrumpió lo más mínimo el desarrollo del encuentro. El Eibar siguió buscando el gol y lo encontró a los cinco minutos de la reanudación, con una espectacular cabalgada de Ander Capa por la izquierda, que dejó el balón perfecto para que Jota, por bajo, firmase el 1-0.

La guinda a una jornada perfecta... que se acabó torciendo de forma incomprensible. Porque el gol le sentó peor al Eibar que a su rival. Lejos de cerrar el encuentro, a los azulgranas se les descontroló hasta el punto de que el Hércules por primera vez desde el pitido inicial, se asomó al área de Xabi. Los eibarreses se partieron un tanto sobre el césped, con los pivotes alejados de sus compañeros más adelantados. Aún así pudo llegar la sentencia, con otra acción a cargo de Capa y Jota, pero la moneda, en un choque que se había convertido en un correcalles, cayó del lado herculano. A veinte minutos del final, Jota perdía un balón en el centro del campo y David Ferreiro no perdonaba. Con un zapatazo lejano que se coló junto a la base del poste restableció el empate.

El resultado colmaba las expectativas de los alicantinos, más aún después de cómo se les había puesto el encuentro, pero no las del Eibar, que siguió buscando la victoria hasta el último suspiro. Pudo costarle caro porque, pese a su satisfacción por el empate, el Hércules acarició la posibilidad de alguna contra letal. El fútbol no fue tan injusto con un Eibar que acabó dolido pero más líder.

Garitano: «No me voy contento con el resultado pero sí con el juego»

Gaizka Garitano se mostró satisfecho con la actuación de su equipo, sobre todo respecto a lo visto en Alcorcón, aunque no tanto con el premio que se llevó.

«Me voy contento -aseguró-. No con el resultado pero sí con el juego. He visto al equipo correr, competir y pelear. Las sensaciones han sido buenas». «Ha sido una pena. Porque me ha gustado el equipo pero un error nos ha costado un buen gol. Creo que hemos sido más, sobre todo en el primer tiempo. En la segunda parte nos hemos liado más y al final se ha puesto peligroso; si nos volcamos más podíamos haber acabado como pollos sin cabeza. Pero este es el camino», añadió el técnico, que también se mostró encantado con la aportación de los jugadores menos habituales.

En lo que respecta a las expectativas por la situación del equipo, Garitano destacó que «no tenemos presión externa, lo que es bueno», pero reconoció que «nosotros sí somos autoexigentes». A.U.L.