Principio de acuerdo para gravar las operaciones bursátiles en 2015

Once estados de la Unión Europea -entre ellos el español, el francés, Alemania e Italia- alcanzaron ayer un «acuerdo político» para poner en marcha, posiblemente a partir de 2015, una tasa a las transacciones financieras, la conocida como «tasa Tobin», aunque inicialmente solo se aplicará a las operaciones bursátiles. Además, según fuentes comunitarias, todavía es pronto para dar nada por cerrado.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE mantuvieron ayer un encuentro informal en Atenas donde, pese a no figurar en la agenda, debatieron sobre la creación de una tasa que busca garantizar que el sector financiero contribuya a los ingresos públicos y frenar las operaciones más especulativas.

El acuerdo supone un avance en la política de fiscalidad europea, al tratarse tanto de un impuesto armonizado como de un recargo fiscal sobre el sector financiero, un mercado que, según los cálculos de la Comisión Europea (CE), se beneficia desde hace décadas de una imposición muy inferior a la que le correspondería por el volumen de su actividad.

No obstante, el «acuerdo político» alcanzado ayer es más modesto que la propuesta original, ya que en un primer momento se limitará a gravar las acciones y derivados. En función de cómo evolucione el impuesto, se decidirá si se amplía a otros productos financieros.

Recaudación

Los cálculos de la CE estiman que con esta tasa se podrían recaudar entre 30.000 y 35.000 millones de euros, aunque la recaudación estaría por debajo de ese cálculo inicial, ya que el acuerdo de ayer solo incluye las acciones y derivados.

El gravamen, según la propuesta que hizo la CE, rondaría el 0,1% en compraventas de acciones. Así, al comprar o vender 1.000 euros en acciones se pagaría 1 euro.

Además, los ministros acordaron que se aplique «fundamentalmente» el principio del lugar de emisión. Según este principio, los instrumentos financieros emitidos en los once estados serán gravados cuando sean objeto de negociación, incluso si los negociadores implicados no están establecidos en la zona de aplicación de la tasa. El objetivo es evitar deslocalizaciones.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, uno de los más optimistas tras el encuentro de ayer, señaló que «hemos llegado a un acuerdo político» y añadió que el acuerdo definitivo entre los once países podría cerrarse en la Cumbre del Ecofin que se celebrará el próximo 6 de mayo en Bruselas, semanas antes de las elecciones de la UE.

Fuentes europeas, sin embargo, se mostraron más cautas y dijeron que es pronto para dar nada por cerrado y que todavía «queda un poco de trabajo por delante antes de mayo», especialmente en tres asuntos: qué productos se gravarán, quién tendrá que pagar la tasa y cómo se distribuirá la recaudación.

De cumplirse el plazo previsto, el próximo año estaría en vigor la tasa Tobin en Bélgica, Alemania, Estonia, Grecia, estados español y francés, Italia, Austria, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia. Los 17 países restantes han optado por quedarse fuera.

La UE estudia si acota las actividades de riesgo de la banca

La Unión Europea (UE) comenzó ayer a debatir si debe impedir que los bancos de mayores dimensiones y complejidad sigan ejerciendo la arriesgada negociación por cuenta propia y si deben separar ciertas actividades de las de la banca comercial.

La propuesta pretende prohibir la negociación por cuenta propia -empleando los fondos propios- en instrumentos financieros y materias primas, es decir aquella cuyo único fin sea el de obtener un beneficio para el banco.

También otorgaría a los supervisores la facultad de exigir a los bancos la transferencia de otras actividades de alto riesgo -como la creación de mercado, las operaciones con derivados complejos y las de titulización- a entidades jurídicamente independientes dentro del grupo que se dediquen a la negociación.

De las 8.000 entidades que operan en la UE, solo unas 30 -que representan, sin embargo, cerca del 65% del total de los activos bancarios en los Veintiocho- se verán afectadas por la normativa.

Los supervisores tendrán, sin embargo, la capacidad de extender estas restricciones a otras entidades.

Para el ministro griego de Finanzas, Yannis Sturnaras, la propuesta es «innovadora» y refuerza la resistencia de los bancos europeos, mientras que De Guindos pidió ir con «cuidado».

El Estado español apoya la reforma estructural del sector bancario de la UE y la separación de las actividades propuestas por la CE, pero advierte de que puede conllevar ciertos riesgos para la liquidez en los mercados y especialmente las empresas. GARA