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Chad deja la misión africana en la RCA tras las acusaciones de la ONU

Las tropas de Chad que participaban en la misión africana en la República Centroafricana (Misca), la han abandonado tras ser acusadas de participar en una matanza el pasado fin de semana y de pasividad ante las persecuciones a la población cristiana.

La población de Bangui no ocultaba su satisfacción por la retirada de los soldados de Chad de la misión africana en la República Centroafricana (RCA) tras la acusación de la ONU de que participaron en la matanza de 30 personas la semana pasada. Otras 300 personas fueron heridas el sábado por los disparos de los solados chadianos.

Un portavoz del Alto Comisariado de la ONU para los derechos humanos, Rupert Colville, acusó directamente a los soldados de Chad de haber disparado sin haber sido provocados. «Abrieron fuego sobre la población de forma ilegítima. Dispararon de forma discriminada», afirmó.

La fuerza africana en la RCA (Misca), el Estado francés, que ha desplegado 2.000 soldados, y el Gobierno sitúan a los milicianos antibalaka en el origen de estos enfrentamientos y los acusan de haber lanzado una granada contra el destacamento chadiano.

Condena de las atrocidades

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó, por su parte, las «atrocidades espantosas contra los civiles», aunque sin mencionar expresamente estos tiroteos.

El Gobierno, por su parte, lamentó la retirada y afirmó que Chad -potencia regional incontestable- «continuará acompañando a la RCA en el proceso de la promoción de la paz y de la estabilidad». La decisión de Chad es irrevocable, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores chadiano, Moussa Faki Mahamat, que aseguró que su país es víctima de un «linchamiento sistemático».

Entre la población y la prensa de Bangui dominaba el tono de satisfacción. «Adiós a los opresores y a los invasores de la RCA a sueldo de Idriss Déby Itno», el presidente chadiano, titulaba el diario «Centrafric matin».

El resentimiento de la población, mayoritariamente cristiana (80%), aumentó tras la matanza del pasado fin de semana. Los soldados chadianos han sido acusados en numerosas ocasiones de pasividad frente a la persecución y muertes entre la población civil, e incluso de connivencia.

En el enclave musulmán de Bangui asediado por las milicias antibalaka (grupos cristianos que actúan en venganza por las acciones de los Seleka), los que todavía no lo han abandonado cuentan aún con el resto de tropas de la Misca (algo más de 5.000 hombres) como protección.