Juanjo BASTERRA
Interview
GotzoneMuruaga-Marisa Etxebarria
Responsables de ELA y LAB en Totoricaguena

«Esperamos que este sábado Gernika nos apoye en nuestra lucha por mantener el empleo»

En Totoricaguena de Gernika llevan dos semanas de huelga indefinida. Mañana harán una manifestación. Buscan la solidaridad. Las trabajadoras quieren negociar una salida y sostienen que tanto el comercio de textil como los dos de alimentación tienen futuro si se gestionan bien.

Llevan dos semanas en huelga indefinida las trabajadoras de Totoricaguena de Gernika, que cuenta con dos comercios de alimentación y uno de textil. Las 17 trabajadoras se enfrentan a un expediente de extinción de empleo. Mañana a las 12.30, desde la Fuente Mercurio, se iniciará una manifestación para decir a los propietarios de estos comercios que «seguimos en la lucha» y que «nos apoya el pueblo de Gernika». Marisa Etxebarria es de ELA y lleva 41 años trabajando para esa empresa y Gotzone Muruaga, de LAB, suma ya 24 años de vida laboral en Totoricaguena.

¿Qué es lo que ha pasado?

MARISA ETXEBARRIA: Estábamos viendo que la empresa no iba bien; no solo por las ventas, que han bajado, sino por la gestión. Se lo comentamos a la familia. Poníamos a la venta prendas de alta calidad, con precios caros para Gernika. Habíamos sido referencia como tienda económica, más cuando en esta zona la crisis está golpeando con fuerza también.

GOTZONE MURUAGA: En los dos comercios de alimentación pasó algo igual. Había arroces a 15 euros, que no se podían vender. Caducaban, pero seguían trayendo. La crisis ha influido para todos. En charcutería, somos una referencia. No sabemos lo que está pasando, pero hay algo detrás.

¿Siempre ha sido así?

M.E.: No. Conocemos a la familia, los padres llevaron bien la empresa. Pero pasó a los hijos y no ha durado.

G.M.: Desde que se han ido los mayores, la empresa ha durado cinco años. Los abogados nos han dicho que no han visto una empresa peor gestionada. No sabemos qué hay detrás.

¿A qué se refieren?

M.E.: En julio pasado no pagaron la extra. Empezaron con atrasos y en noviembre nos vinieron con la sorpresa: hay un inversor catalán interesado en Totoricaguena. Plantean de la noche a la mañana que para que siga el negocio nos tendríamos que bajar un 33% el salario. Vemos que pasamos del impago a esta oferta, sin nada.

G.M.: Se hace una asamblea y decimos que no. Estamos dispuestas a hacer esfuerzo, pero con garantías de futuro. No hay respuesta, pero en diciembre nos hacen otra oferta de rebaja del 20%, lo que incluida una reducción de 2% en el comercio de alimentación, suma 22%. En Navidad, hacemos una huelga para que se siente a negociar. No lo ha hecho. Y no nos pagó. Nos adeuda ya más de tres pagas y media. Acudimos al Preco y nos dice que no hay avenencia y que iban a entrar en preconcurso. Más adelante nos deja una carta de despido en los vestuarios. No dan la cara. Al final, nos confirman el expediente de extinción.

¿Qué pretenden?

M.E.: Hay compañeras que llevan 42 años trabajando para esos comercios. Han dado su vida para que ahora nos den una patada en el culo. Más de la mitad de las trabajadoras sobrepasábamos los 55 años. Mandarnos así a la calle es dejarnos ante un futuro muy incierto y con nuestras pensiones comprometidas. No hay derecho. Tenemos que dejar claro que ningún comercio de alimentación cierra; cambia de manos. Buscamos una negociación, aunque los propietarios se niegan.

G.M.: En este caso, tenemos que decir también que ni el alcalde ni el resto de concejales se ha dignado a interesarse por lo que no ocurre.

¿Creen que no tienen futuro esos establecimientos?

M.E.: Que va. Han estado entrando camiones de textil de toda la campaña de primavera y la de invierno.

G.M.: Estábamos sin cobrar y seguía entrando género. Las trabajadoras sin cobrar, pero llegaban las prendas.

¿Qué van a hacer?

M.E.: Hemos decidido continuar la huelga hasta que nos despidan, pero nuestra intención es conseguir negociar. Porque, incluso, ha habido algunas de las trabajadoras que han mostrado interés por irse de forma voluntaria con indemnizaciones. Pero la empresa no quiere nada.

G.M.: Siempre hemos hecho lo que nos han pedido. Trabajamos en festivo, hicimos horas extras. Nos pagaban cuando querían. Se creían que íbamos a continuar en silencio. Pero decidimos pasar a la acción. La huelga les ha sorprendido. Queremos negociar y el pueblo de Gernika debe apoyar la lucha.