Juanjo BASTERRA

Entre el 50% y el 60% de las jornadas perdidas en el trabajo son por el estrés

La Comisión Europea ha lanzado esta semana la campaña bianual de «Trabajos saludables. Gestionemos el estrés». Este trastorno sicosocial tiene un efecto grave entre la población europea y afecta al mercado laboral. Según los datos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo entre el 50% y el 60% de las jornadas de trabajo perdidas se deben al estrés, que tiene un coste de 240.000 millones.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) ha lanzado una campaña de ámbito europeo que tiene una duración de dos años(2014-2015): «Trabajos saludables: «Gestionemos el estrés».

La prevalencia del estrés relacionado con el trabajo en Europa es «alarmante». La última encuesta paneuropea realizada reveló que el 51% de los trabajadores consideran que «el estrés relacionado con el trabajo es frecuente en sus lugares de trabajo», y, de hecho, 4 de cada 10 trabajadores creen que «no se aborda de forma correcta en las empresas en las que trabajan».

En los datos que aporta la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que tiene su sede en Bilbo, se confirma que «los datos de las encuestas son inquietantes» porque «ciertos estudios apuntan a que cabe atribuir entre el 50% y el 60% de las jornadas de trabajo perdidas al estrés relacionado con el trabajo y los riesgos sicosociales».

El informe confirma que se trata del segundo problema de salud más frecuente denunciado en Europa, después de los trastornos musculoesqueléticos. En este sentido, la Agencia confirma que a lo largo de un período de nueve años, «casi un 28% de los trabajadores denunció haber estado expuestos a riesgos sicosociales, que afectaron a su bienestar mental».

240.000 millones

La contrapartida de esta dura realidad es el coste. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo determina que «los trastornos de salud mental en Europa-relacionados o no con el trabajo- tienen un coste estimado anual de 240.000 millones».

Menos de la mitad de esa cantidad se deriva de costes directos como los relacionados con el tratamiento médico, y otros 136.000 millones se atribuyen a la pérdida de productividad, incluidas las bajas por enfermedad.

Tres ejemplos que destaca son en el Estado francés, que «estimaron el coste nacional del estrés laboral entre 2.000 y 3.000 millones en 2007», mientras que en Gran Bretaña se calculo que entre 2009 y 2010 se perdieron «en torno a 9,8 millones de jornadas laborales por el estrés y la duración media de la baja laboral se cifró en 22,6 días». Y en Austria, los trastornos sicosociales constituyen «el primer motivo de jubilación anticipada de los trabajadores no manuales, pues causan más del 42% de las jubilaciones anticipadas en esta categoría laboral».

El comisario de Empleo, László Andor; al Secretario de Estado griego de Trabajo, Vasilis Kegkeroglou, y la directora de la Agencia Europea Christa Sedlatschek hicieron un llamamiento a las empresas europeas, tanto privadas como públicas, «para que reconozcan la necesidad de abordar el problema del estrés relacionado con el trabajo».